Política

Estados Unidos

Un impulso de 9.000 toneladas

La Razón
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Estados Unidos da hoy un impulso de 9.000 toneladas a la capacidad de defensa antimisiles de la OTAN. Con la llegada del «USS Porter», tercer destructor estadounidense con sistema Aegis de defensa antimisiles que tendrá su base en España, Estados Unidos continúa cumpliendo su compromiso de aumentar la protección de los aliados europeos contra las amenazas del volátil Oriente Medio. Un cuarto barco estadounidense, el «USS Carney», llegará en otoño.

Además de los cuatro buques con sistema Aegis de defensa antimisiles, un sensor e interceptor similar con base en tierra («Aegis en tierra») estará en funcionamiento a finales de este año en Deveselu (Rumanía). Aegis en tierra tiene la misma capacidad de defensa antimisiles que los buques Aegis, al igual que un sistema fijo, con base en tierra. La combinación de los buques con sistema Aegis, Aegis en tierra y los avances en el sistema interceptor y de armas incrementará la capacidad de la OTAN para proteger a la población, el territorio y las fuerzas de los países europeos de la OTAN aproximadamente diez veces la capacidad de la defensa antimisiles provisional declarada por la Alianza en Chicago en 2012.

La defensa antimisiles de la OTAN es un proyecto transatlántico integrado y sofisticado y Estados Unidos está comprometido para cumplir su parte junto a otros muchos aliados. La OTAN tomó la decisión inicial de establecer una misión de defensa antimisiles en la Cumbre de Lisboa de 2010. Desde entonces, nos hemos mantenido según lo planeado, ya que los aliados han dado un paso al frente para albergar o aportar capacidades. Desde 2013, Estados Unidos, Alemania, España y los Países Bajos han desplegado sistemas de defensa antimisiles Patriot a Turquía que operan bajo el mando y el control de la OTAN. España acoge buques de defensa antimisiles y Turquía alberga un importante radar de defensa antimisiles con base en tierra. Alemania acoge la estructura de mando y control en la base aérea de Ramstein, utilizando el software específico de defensa antimisiles desarrollado e instalado por la OTAN. Al igual que Rumanía, Polonia acogerá una sede de Aegis en tierra que estará operativa en 2018. Los Países Bajos están actualizando fragatas para contribuir en el futuro con cuatro radares de alerta temprana con base en el mar. Dinamarca se ha comprometido a proporcionar un sensor con base en el mar para la defensa antimisiles de la OTAN y muchos aliados están participando en la construcción de capacidades de la Alianza a través del programa de defensa de misiles de la OTAN. En conjunto, este proyecto es un excelente ejemplo del compromiso de la OTAN para desplegar capacidades modernas y de vanguardia.

Al igual que el «USS Cook» y el «USS Ross», el «USS Porter» es un destructor multiusos altamente especializado que cuenta con el sensor e interceptor de defensa antimisiles, además de sus capacidades estándar de ataque terrestre y de defensa submarina y aérea. El radar Aegis del «USS Porter» monitoriza contactos aéreos, terrestres y marítimos para detectar, interceptar y destruir las amenazas contra los aliados de la OTAN. Además de su misión de defensa antimisiles, el «USS Porter» se sumará a las misiones permanentes de la OTAN, participando en operaciones de seguridad marítima y ejercicios bilaterales y multilaterales de formación.

Es importante tener en cuenta que la defensa antimisiles de la OTAN es un sistema puramente defensivo para interceptar y destruir misiles en vuelo, incluidas las cabezas y las armas de destrucción masiva que puedan llevar. Los interceptores no llevan ojiva explosiva y dependen de su energía cinética para chocar con las ojivas de los misiles enemigos que se aproximen y destruirlas.

La defensa antimisiles de la OTAN tiene por objeto proteger a la población, el territorio y las fuerzas europeas de la OTAN contra la creciente amenaza que representa la proliferación de misiles balísticos de alcance y letalidad cada vez mayores. Más de treinta países están desarrollando misiles balísticos cada vez más sofisticados. Para defenderse de esta amenaza real, la OTAN necesita una defensa real. La amenaza de un ataque con misiles procedente de fuera de la región euroatlántica es un desafío creciente a la seguridad colectiva al que la OTAN va a hacer frente. Para que quede claro, la defensa antimisiles de la OTAN no está dirigida contra Rusia y no debilitará de ninguna manera las capacidades de disuasión estratégica de Rusia.

En septiembre pasado, en la Cumbre de Gales, los líderes de la OTAN reafirmaron la importancia de desarrollar las capacidades que la Alianza necesita para hacer frente a las amenazas emergentes. Este año, con la llegada del «USS Porter», el «USS Carney» y Aegis en tierra, la OTAN da un paso significativo hacia la adquisición de su capacidad de defensa antimisiles. Y demuestra de nuevo que es capaz de adaptarse a nuevos retos, igual que durante más de 65 años.