Un sector inmerso en una profunda transformación

El sector energético español está inmerso en un profundo proceso de transformación que afecta de forma muy especial al ámbito eléctrico. El Gobierno quiere atajar el déficit de tarifa, generado porque a las eléctricas les cuesta más producir la energía de lo que cobran a los usuarios. Su agujero alcanza ya los 24.000 millones de euros y según las últimas cifras manejadas por el regulador del mercado eléctrico, la Comisión Nacional de la Energía (CNE), este año habrá un exceso de 1.900 millones de euros sobre el límite de déficit eléctrico, que está fijado por ley en un máximo de 1.500 millones de euros.

Para avanzar hacia este objetivo, el Ministerio de Industria ha aprobado ya una batería de medidas fiscales, entre las que destaca una tasa general del 6% a los ingresos a la generación eléctrica, independientemente de la tecnología. También ha implantado dos impuestos a la energía nuclear, impuestos especiales, un «céntimo verde» al consumo de gas natural y el carbón para generar electricidad y un canon a la generación hidroeléctrica.

La reforma eléctrica contempla también medidas regulatorias para liberalizar el mercado y una rebaja del umbral para la tarifa regulada del último recurso (TUR), la que tienen la mayoría de usuarios españoles, veinte millones.

No obstante, y como reconoció hace un par de semanas el ministro de Industria, José Manuel Soria, todavía hay que profundizar en aspectos regulatorios del sistema con la finalidad de que los precios se conviertan en costes reales del sistema. Soria cree que la reforma integral del sector estará preparada para los primeros meses del año que está a punto de comenzar.

Otro de los asuntos que preocupan al ministro es el, a su juicio, elevado precio de los hidrocarburos. En agosto, Industria ya mantuvo encuentros con las principales petroleras para buscar mecanismos con los que controlar su aumento. Sin embargo, tras unos meses de moderación, en las últimas semanas el precio de la gasolina y el gasóleo ha vuelto a subir. Por este motivo, Industria está trabajando en una modificación de la Ley de Hidrocarburos para atajar lo que se ve como un exceso en los márgenes de las petroleras. Aunque el Gobierno no puede fijar por ley los precios, sí puede tratar de promover una competencia de la que, según la Comisión Nacional de la Energía, adolece el sector. Para ello, está pensando en limitar las recomendaciones de los precios que las distribuidoras hacen a las estaciones de servicio y facilitar la apertura de gasolineras en las autovías y áreas comerciales. Estas últimas suelen ofrecer precios muy ajustados porque los utilizan como reclamo para atraer clientes al centro comercial, que es donde hacen su negocio real.

Ignacio S. Galán / Presidente de Iberdrola

«Hemos empezado a ver signos positivos en el último trimestre de 2012»

1 A lo largo del próximo año espero que puedan empezar a consolidarse los efectos de las reformas estructurales aprobadas, de las que ya hemos empezado a ver signos positivos en el último trimestre de 2012. Es posible que podamos registrar tasas positivas de crecimiento hacia la segunda mitad de 2013, aunque desgraciadamente insuficientes para reducir la elevada tasa de desempleo. Un factor determinante para acelerar la recuperación y la creación de empleo será la normalización del crédito, a cuyo fin pueden contribuir positivamente los avances hacia la unión bancaria y el saneamiento y recapitalización de las entidades españolas. Seguimos teniendo una fuerte dependencia de la financiación exterior, lo que nos obligará a extremar el rigor en el cumplimiento de los compromisos adquiridos y a seguir implantando reformas para recuperar la confianza de los mercados y de los inversores extranjeros.

2 Entre las reformas pendientes anunciadas por el Gobierno, la reforma energética cobra especial relevancia y urgencia al tratarse de un sector estratégico para el país y un factor clave para la competitividad y la recuperación económica. Además de abordar la solución definitiva al problema del déficit de tarifa, es necesario sentar las bases de una política energética racional y de largo plazo, que tenga como objetivo la sostenibilidad económica y medioambiental del sistema. En este sentido, debemos contar con un modelo regulatorio objetivo, predecible y estable, que permita a las empresas del sector obtener los recursos financieros necesarios para poder producir energía de forma eficiente y disponer de unas redes que provean un suministro fiable para las empresas y los consumidores particulares.

3 Recientemente hemos presentado nuestras perspectivas 2012-2014, periodo en el que el objetivo principal de Iberdrola será la consolidación de su fortaleza financiera. Las inversiones alcanzarán los 12.300 millones de euros y el 70% de las mismas se concentrará en Reino Unido y Brasil, países con una estabilidad y predictibilidad regulatoria de la que, desgraciadamente, carecemos en España. La creación de nuevas tasas e impuestos hasta niveles sin precedentes por un mero afán recaudatorio –habiéndose prácticamente duplicado en los últimos años la presión fiscal total sobre el negocio de Iberdrola en España–, así como los retrasos en la aprobación de la reforma energética y en el cobro del déficit de tarifa, restan atractivo a la inversión en nuestro país y en nuestro sector. Con nuestra estrategia confiamos en superar las dificultades de un entorno adverso, especialmente en España, donde no obstante destinaremos cerca del 20% de las inversiones del Grupo.

Ignacio Martín / Presidente y consejero delegado de Gamesa

«El año será tan complejo como 2012, pero veremos algunos resultados»

1 Aunque no existe mucha visibilidad sobre la evolución a corto plazo de las principales economías mundiales, las previsiones apuntan a que 2013 será tan complejo como este año. La evolución de las economías, además, diferirá por regiones y, mientras que se espera un crecimiento en países emergentes, todas las proyecciones apuntan a que la Eurozona no lo hará en positivo. Con todo, el camino de las reformas se ha iniciado y debemos ver algunos resultados a finales de 2013.

En el contexto empresarial y pese a la complejidad de las circunstancias, muchas compañías españolas hemos ido desarrollado a lo largo del año estrategias y acciones para afrontar la coyuntura, pero a su vez asentar las bases de organizaciones más competitivas y fuertes, en base a decisiones muchas de ellas nada fáciles en el ámbito del apalancamiento, la dimensión, los modelos de gestión y la estrategia internacional, con el objetivo de afrontar con garantías la parte baja del ciclo, mientras mantenemos la capacidad de respuesta intacta para crecimientos futuros.

2 La crisis que atravesamos no es coyuntural, por lo que las medidas no pueden ser sólo cortoplacistas, aunque alguna de ellas haya sido necesaria para cortar la hemorragia.

Nos enfrentamos a un cambio de modelo en el que sólo podremos convivir con profundos cambios estructurales y decisiones realistas que, en el ámbito empresarial, nos permitan disponer de sólidos balances y adecuados ratios de endeudamiento; modelos productivos focalizados en la rentabilidad, la competitividad y nuestros clientes; estrategias comerciales globales para diversificar riesgos y multiplicar oportunidades; planes de inversión racionales e inteligentes y, en definitiva, la configuración de organizaciones eficientes, dimensionadas y flexibles. La adaptación permanente y rápida a unas circunstancias cambiantes será una de las claves de la competitividad, y las reformas han de ir dirigidas a facilitar esta premisa.

Esta transformación en el ámbito empresarial debe ir respaldada, además, por un sistema financiero fuerte y solvente, que dé respuesta a la iniciativa de nuestros emprendedores, y por un marco institucional claro y estable, que acompañe las realidades empresariales y las necesidades del país y que defina y apoye modelos productivos de futuro y alto valor añadido –tanto en términos de competitividad como de sostenibilidad–, sobre los que fundamentar la formación, la innovación, la inversión, las oportunidades y el desarrollo de nuestra sociedad. En el sector de las energías renovables, y concretamente en la eólica, se debe avanzar hacia un marco regulatorio estable que permita la sostenibilidad de la industria, y creo que esto es compatible con la actual política de austeridad que la coyuntura exige.

3 Gamesa iniciará 2013 con fuerzas renovadas y un Plan de Negocio 2013-2015 que cumplir que, pese al contexto económico internacional, nos devolverá a la rentabilidad, nos permitirá mantener una mayor solidez de balance y nos focalizará en mercados clave, con una diversificada presencia internacional, y en segmentos de crecimiento, como los servicios de operación y de mantenimiento.

Gamesa seguirá invirtiendo en 2013 en España y en el exterior, en su condición de empresa industrial, tecnológica y global; pero lo tendremos que hacer de forma inteligente para combinar dos de nuestras prioridades: mantener un nivel de endeudamiento contenido y saludable y seguir respondiendo a la demanda, aportando soluciones tecnológicas innovadoras, con el lanzamiento de nuevos y más competitivos aerogeneradores.

Eduardo Montes / Presidente de Unesa

«Habrá una desaceleración en la caída de la actividad económica»

1 En mi opinión, en 2013 empezaremos a notar una desaceleración en la caída de la actividad económica. Dicha caída será probablemente superior al 0,5 previsto por el Gobierno pero, en cualquier caso, pienso que la situación será mejor que en 2012.

En general, las medidas adoptadas por el Gobierno van en la buena dirección, aunque cabe pensar que todavía tardarán algún tiempo en dar resultados definitivos.

Los últimos datos apuntan a un comienzo de la recuperación en 2014, por lo que probablemente estamos ante el último año de recesión.

En este contexto, creo que la sociedad civil y la iniciativa privada pueden jugar un papel decisivo en nuestra recuperación.

2 Es necesario hacer reformas que vayan en la dirección correcta para poner fin a los problemas que aquejan a la economía española y que están elevando las cifras de paro a niveles hasta ahora desconocidos.

Como presidente de UNESA, y teniendo en cuenta el punto de vista eléctrico, es necesario emprender reformas que hagan que la electricidad sea más competitiva. De ese modo, las empresas españolas, que precisan de esa electricidad para su actividad, serán a su vez más competitivas y eficientes, tanto dentro de nuestras fronteras como en el exterior.

Esto pasa por la necesidad de abandonar, al menos por el momento, los negocios subvencionados con ingentes primas y apostar por aquellas tecnologías que han demostrado ser eficientes.

3 La situación económica del sector eléctrico es muy complicada debido, sobre todo, al grave problema del déficit de tarifa que las compañías asociadas en UNESA nos vemos obligadas a financiar. El futuro no parece tender a mejorar, ya que las medidas recientemente aprobadas aumentan la fiscalidad de forma llamativa y no resuelven los problemas estructurales del sistema, como las grandes primas al régimen especial. En este contexto, la capacidad de inversión de las empresas de UNESA puede verse afectada.