Lucha contra ETA

Una testigo declara que una pareja de etarras disparó en la nuca del catedrático Broseta

Una mujer ha testificado hoy en un juicio en la Audiencia Nacional que vio cómo una pareja de etarras disparaba en la nuca al catedrático Manuel Broseta Pont cuando cruzaban un paso de peatones junto a la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia el 15 de enero de 1992.

Ambos acusados, Juan Jesús Narváez Goñi, Pajas, y su pareja, Itziar Alberdi Uranga, María, han negado que asesinaran de un disparo en la cabeza al catedrático de Derecho y miembro del Consejo de Estado Manuel Broseta ya que han asegurado que entonces no se encontraban en Valencia, unos hechos por los que se enfrentan a una petición del fiscal de 56 años de cárcel.

La citada testigo, que entonces era estudiante de Económicas y que la mañana de ese día iba a clase, ha dicho que cuando cruzaba el paso de peatones vio cómo la pareja aceleraba el paso y se acercaba por detrás a la persona que iba delante de ella.

Ha añadido que “el hombre sacó del bolsillo un revólver y le disparó a corta distancia haciéndole una quemadura muy grande en la nuca” a la víctima, que “cayó desplomada al suelo”.

“Yo tenía delante al pistolero y a la mujer pegada a él hombro con hombro, buscaba una escapatoria pero me vi atrapada, noté que alguien me cogía el brazo, vi la pistola de la que salía humo y el hombre al sentir que se tropezaba con alguien en su huida me dio un manotazo y me tiró al suelo”, ha relatado la testigo.

También ha testificado un policía nacional que sufrió graves heridas en los brazos al explosionar el coche bomba que colocaron los etarras cerca del lugar tras asesinar a Broseta y que ha explicado que sufre incapacidad total permanente.

Este es el segundo juicio de Narváez Goñi desde que fue entregado a España en febrero de 2014 junto a su pareja, con la que residió durante 22 años en Puerto Vallarta (México) llevando una vida normal.