Uno de cada diez insulta en internet

El 89,0% de la ciudadanía condena las cobardes descalificaciones contra la fallecida Bimba Bosé vertidas en Twitter aprovechando el vacío legal existente que permite que cualquier descerebrado con conexión a internet vierta calumnias gratuitas sobre cualquier persona y tenga repercusión más allá de su círculo más cercano y llegue a millones de personas. El poder de las redes multiplica y amplifica el poder de divulgación, tanto de acciones positivas como negativas, legales e ilegales. Tras más de una década entre nosotros ya conocemos el potencial constructivo y destructivo de este tipo de comunicación que merece contar con una regulación legal, como existe en los medios de comunicación formales, en donde éstos se hacen responsables de los contenidos que difunden. Los medios de comunicación serios contrastan las noticias antes de su publicación, pero cualquier sujeto amparado en el anonimato y con un teclado puede causar daño a personas e instituciones.

Para poner fin a estos desmanes, el 66,8% de los españoles considera que se debe legislar en esta materia y un 76,5% que hay que actuar castigando a los que difaman desde las redes. Una incontestable mayoría del 73,0% quiere terminar con el anonimato que facilita a determinados sujetos a ejercer un verdadero terrorismo virtual. Del mismo modo que todo el mundo debe responsabilizarse de sus opiniones en los medios de comunicación o en su vida cotidiana, de la misma forma que es ilegal manifestarse con el rostro cubierto. Tan sólo el 22,0% de los ciudadanos considera que estos comportamientos antisociales están amparados por la libertad de expresión.