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Vídeos en campaña: del doberman de González al sanatorio de Rajoy

La idea del vídeo presentado esta semana por el PP surgió en una reunión del grupo parlamentario antes del puente de la Fiesta Nacional

Vídeos en campaña: del doberman de González al sanatorio de Rajoy
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Noviembre de 2011. Un paciente en estado crítico entra en urgencias y es atendido por los facultativos de inmediato. Año 2015. El paciente, aún renqueante, sale de los servicios médicos y afronta con vitalidad una nueva etapa. El paciente de la camilla es España. Esa es la realidad que muestra el grupo popular en el último vídeo que ha inundado todas las redes sociales. El vídeo ha suscitado polémica porque tiene ciertas similitudes con uno que se usó en la campaña para las elecciones presidenciales de la República Dominicana en 2008. Aunque desde Génova aseguran que la réplica no es tal, que más de uno haya especulado con esta posibilidad es lo que ha motivado que el vídeo se haya hecho viral.

Este ha superado todas las expectativas del partido y ha sido visionado por miles y miles de personas, lo que pone de manifiesto la importancia que han cobrado en los últimos años los nuevos formatos en las campañas políticas. La idea del vídeo presentado esta semana por el PP surgió en una reunión del grupo parlamentario antes del puente de la Fiesta Nacional.

«Queríamos retratar la evolución que ha experimentado nuestro país. Cuando entramos en el Gobierno hace cuatro años nos encontramos con una España que estaba en una situación de gravísima dificultad, una España que se desgranaba. Pero cuatro años después la situación se ha revertido», señala a este periódico el diputado popular José Antonio Bermúdez de Castro. En aquella reunión también estaba el que es desde hace años el realizador del partido, César Maícas, que pensó que el ambiente de quirófano podría ser un buen marco dado que «Mariano utiliza el símil del paciente en urgencias con frecuencia».

El grupo parlamentario aprobó la idea y después de estudiar el guión lo encargaron a la productora que suele trabajar con los populares. Maícas rechaza la idea de que se tomase como referencia el vídeo del candidato dominicano Leonel Fernández. «No suelo ver los vídeos de candidatos de la República Dominicana», asegura con sorna. Lo que sí que aclaran desde el partido es que, más allá de transmitir el mensaje de recuperación, querían contar una historia siendo un poco provocativos para tener la máxima difusión posible, algo que a la vista está que se ha dado.

Sobre esta idea de contar una historia pivotan la mayoría de los vídeos que los partidos españoles producen hoy en día. Pero esto es una tendencia reciente. En los comicios generales de 2011 fue cuando se comenzaron a ver detalles de lo que se conoce como «storytelling».

Aunque desde entonces esta técnica se ha usado con frecuencia –recordemos el reciente vídeo del PP en el que Rajoy, Cospedal, Pons,

Arenas y Floriano hablan distendidamente sobre los problemas de la legislatura con un café–, no parece recomendable abusar de ella, a no ser que la historia lo merezca. «Gusta mucho hablar del storytelling pero tiene que haber una parte de realidad o de verdad. Si no el vídeo

es muy forzado porque no se empatiza con los ciudadanos», subraya el consultor político Lleïr Daban.

«Durante muchos años los vídeos de campaña han estado caracterizados por ser agresivos», señala Maícas. No hay que rebuscar mucho en la hemeroteca para encontrar buenos ejemplos de este uso de la imagen combativo. En las elecciones de 1996 el PSOE apostó fuerte al producir un vídeo en el que se hacía una comparativa entre las políticas y los políticos del PP y un doberman. Esa etapa tan belicosa parece ser historia. Ahora se intenta mostrar una cara más amable, menos agresiva, y en la que, además, se vaya más allá de eslóganes y declaraciones de los líderes políticos. Aquellos que están al frente de los vídeos de campaña coinciden, no obstante, en que la clave es buscar un punto intermedio porque «para llegar al gran público hay que ser un poco transgresor y provocativo».

Pero, ¿estos esfuerzos de los partidos tienen repercusión real en la ciudadanía? ¿Los vídeos captan votos? Los expertos apuntan a que un buen vídeo puede movilizar el voto en el caso de los indecisos. «El primer objetivo de un spot es que lo vea el núcleo duro de tu partido, y que esta gente lo transmita a sus redes cercanas. Los vídeos no van a convencer a gente que no está cercana o convencida pero sí puede ser muy eficiente con aquellos votantes que dudan entre votar a un partido u otro», zanja Daban.