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Lactancia

El apoyo del personal sanitario favorece una lactancia exitosa y aumenta la confianza de las madres tras el parto

El personal sanitario debe recibir formación adecuada en lactancia materna para fomentar que las madres den el pecho los primeros días tras el nacimiento, momento clave para su éxito

Dudas más frecuentes en los inicios de la lactancia materna
Dudas más frecuentes en los inicios de la lactancia maternalarazon

Demostrar empatía con la madre y escuchar sus dudas e inquietudes es clave para aumentar su confianza. Durante las primeras horas tras el parto se debe buscar el contacto piel con piel con el recién nacido para promover el apego .

Contar con profesionales sanitarios informados que aconsejen a las madres sobre lactancia materna y las apoyen en la toma de decisiones favorece el éxito de la lactancia y potencia el desarrollo de la relación de apego entre la madre y el recién nacido. A su vez, la ayuda de médicos, enfermeras, matronas, etc... permite a las madres tener más seguridad en sí mismas para afrontar su futura lactancia y sentirse satisfechas con el modelo de crianza que han escogido. El apoyo a la lactancia se traduce en profesionales informados, con habilidades de comunicación para hablar con las madres y con empatía para ponerse en el lugar de quienes acaban de tener un hijo.

El doctor Adolfo Gómez Papí, neonatólogo del Hospital Universitario de Tarragona Joan XIII, centro incluido en la iniciativa para la humanización de la asistencia al nacimiento y la lactancia (iHan) desde 1997, defendió este modelo de atención sanitaria a las madres y recién nacidos en el simposio organizado en Barcelona por Medela, compañía suiza con más de 50 años de experiencia centrando sus esfuerzos en comprender las necesidades de las madres y el comportamiento de los bebés. Al encuentro asistieron más de 200 profesionales.

Según el neonatólogo, las herramientas de apoyo de los profesionales sanitarios de las unidades de maternidad deben estar centradas en la formación en lactancia, la empatía, la escucha activa y el refuerzo positivo, entre otros, siempre siendo conscientes de que los primeros días tras el nacimiento marcarán el éxito de la lactancia materna.

Dentro de este modelo asistencial se remarca la importancia de los especialistas a la hora de pasar visita a las habitaciones, entrevistar a las madres, explorar a los bebés y presenciar tomas de pecho para detectar posibles problemas, corregir la posición de lactancia o responder a las dudas de las madres. El neonatólogo valora el estado, no solo del recién nacido, sino también de la lactancia, sumando a la evaluación anatómica del bebé, el estudio de la succión y el agarre al pecho de la madre.


Escuchar y comprender a las madres y los cambios en su cuerpo

Para apoyar a las madres a abrazar la lactancia materna, los profesionales sanitarios deben tener en cuenta los múltiples cambios que experimenta el cuerpo de la madre. Tras el parto las mujeres se enfrentan a cambios emocionales que les pueden provocan una mayor inseguridad y que son responsables de que se desarrolle en ellas una mayor capacidad de empatía y una preocupación primaria por su hijo. En este contexto, para fomentar el apego con los bebés, médicos y matronas deben favorecer el contacto piel con piel desde las primeras horas de vida del recién nacido. Durante el simposio organizado por Medela, Gómez Papí defendió que cuanto mayor es el contacto de la madre con su hijo, más sensible se hace a sus señales, y se libera una mayor cantidad de oxitocina al torrente sanguíneo, hormona que aumenta el afecto hacia su hijo y la subida de la leche.

Durante estos primeros días las madres también se enfrentan a las falsas expectativas en cuanto a crianza y lactancia y al juicio de terceras personas. Ante la presión que pueden llegar a sentir por estos motivos, el personal médico debe elogiar la crianza de sus hijos y aplaudir los pequeños pasos que dan. “Intentamos crear un clima de calidez y de confianza, les dedicamos todo el tiempo que necesitan, empatizamos con sus sentimientos, preocupaciones y dudas, alabamos todo lo que están haciendo bien, valoramos la toma al pecho y les hacemos sugerencias que contribuyen a resolver sus dudas” argumenta el Dr. Gómez Papi.

Consejería de lactancia personalizada a cada madre y recién nacido

Para personalizar lo máximo posible la atención a las madres y bebés, enriquecer su relación y fomentar la lactancia materna, el equipo del doctor Adolfo Gómez Papí ha elaborado diferentes protocolos según las necesidades de cada recién nacido, como por ejemplo los prematuros, que requieren una atención especial. Además, han puesto en marcha una unidad de “cuidados mínimos” para los recién nacidos con sospecha de infección que tengan que ser tratados con antibióticos, para prematuros tardíos con dificultades para mamar y para bebés con ictericia.

A cada madre se realizan una serie de pruebas observacionales donde los médicos pueden verificar la posición de lactancia, el agarre al pezón o la succión, para dar consejos personalizados y lo más acertados posibles. Según el tipo de lactancia, el doctor Adolfo Gómez Papí clasifica a los niños en diferentes categorías, así facilita a las madres la comprensión del comportamiento de los pequeños. En el simposio organizado por Medela en Barcelona se habló, entre otros, de los niños hiperdemandantes, unos bebés que requieren de contacto casi continuo con la madre, están más intranquilos y ante los cuales la labor de consejería es esencial. También se habló de los niños “barracuda”, una categoría definida por el neonatólogo donde se engloban los recién nacidos que son voraces en la toma de leche. Bebés que maman sin pausa entre 10 y 20 minutos y que se suelen despertar con hambre.

En su conjunto, la labor de asesoramiento a las madres por parte de los expertos y la formación de estudiantes de medicina y enfermería, e incluso de psicólogos y nutricionistas, en el apoyo a la lactancia materna aporta beneficios a los recién nacidos y las madres, tanto a nivel físico como emocional. Joana Fernández, psicóloga que ha colaborado con el doctor Gómez Papí, “no podía creer que hubiera ido a parar a un lugar donde se miraba a las personas, donde las herramientas de trabajo se basaban en la escucha, la empatía, la comprensión, el refuerzo y la validación de las madres, a veces tan indefensas, buscando la buena vinculación, fomentando “el apego seguro” del que tanto hablamos los psicólogos”.