Salud

La salud del corazón de tu hijo comienza antes de nacer

Un estudio de Harvard revela que el peso previo al embarazo, fumar durante la gestación y no dar el pecho influyen en la salud del corazón de los hijos hasta los 18 años

Mujer embarazada.
Mujer embarazada.Dreamstime

Un estudio reciente dirigido por investigadores de la Universidad de Harvard ha confirmado que los hábitos de la madre durante el embarazo tienen efectos significativos y duraderos sobre la salud cardiovascular de sus hijos. Según los resultados, factores como el peso antes de la gestación, el tabaquismo durante el embarazo y la elección del tipo de lactancia pueden influir en el estado del corazón del niño hasta los 18 años.

Esta investigación forma parte del Project Viva, un estudio longitudinal iniciado en 1999 en Massachusetts, Estados Unidos, que analiza cómo las experiencias tempranas afectan la salud a lo largo de la vida. En esta ocasión, los científicos evaluaron la salud cardiovascular de más de mil niños a los 3, 8, 13 y 18 años utilizando la herramienta Life’s Essential 8, desarrollada por la American Heart Association.

Este sistema mide la salud cardiovascular en una escala de 0 a 100 en base a ocho factores clave, cuatro conductuales (dieta, actividad física, sueño y exposición a nicotina) y cuatro biológicos (índice de masa corporal, presión arterial, colesterol y glucosa).

Los resultados muestran que los hijos de madres con obesidad previa al embarazo, que fumaron durante la gestación o que optaron por la lactancia artificial presentaron puntuaciones cardiovasculares entre 1 y 2 puntos más bajas que aquellos cuyas madres mantuvieron hábitos saludables. Aunque estas diferencias pueden parecer mínimas, los investigadores destacan que una reducción de un solo punto en esta escala puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte prematura en la edad adulta en un 20 por ciento.

Prevención desde antes del embarazo

Los autores del estudio subrayan que los hábitos maternos relevantes no comienzan solo en el embarazo, sino incluso antes. Mantener un peso saludable antes de la concepción y evitar el consumo de tabaco son dos decisiones clave que pueden mejorar significativamente el pronóstico cardiovascular de los hijos a largo plazo.

Asimismo, se reafirma el valor de la lactancia materna como factor protector. Más allá de los beneficios nutricionales inmediatos, la leche materna contribuye al desarrollo metabólico y cardíaco del niño desde sus primeras etapas de vida.

El contexto también influye

El estudio también reconoce que estas conductas no ocurren en aislamiento. Factores sociales como el nivel económico, el acceso a vivienda adecuada o los recursos sanitarios disponibles también condicionan la capacidad de las mujeres para mantener hábitos saludables durante la maternidad. Por ello, los investigadores insisten en la necesidad de políticas públicas que promuevan entornos más equitativos y saludables para todas las familias.

Este trabajo refuerza la idea de que la salud cardiovascular no se empieza a construir en la adolescencia, sino desde el útero materno. Aunque no todos los factores están bajo el control directo de la madre, muchos sí lo están. Pequeñas decisiones, tomadas en el momento adecuado, pueden convertirse en una inversión determinante para la salud futura de los hijos. La prevención empieza mucho antes del primer latido.