Ángeles que bajan por la chimenea

Mucho han cambiado las cosas si, como indica Adriana Lima, una de las eternas ángeles de Victoria's Secret, el «show» que cada año celebra la firma de lencería es ya parte de la cultura navideña de los americanos. A muchos les resultará mucho más agradable ver ligeras de ropa a estas bellas modelos en vez de a Santa Claus o a los Reyes Magos, pero no deja de ser llamativo cómo la compañía ha conseguido que los americanos interioricen la presentación de sus diseños como una más de sus tradiciones. Ayer tuvo lugar el esperado desfile, que se retransmitirá el 10 de diciembre en la CBS, una fecha bien calculada: ni muy lejana a las fiestas para que el recuerdo del desfile sea reciente, ni muy cercana para que no haya tiempo a acudir a la tienda. Y las cifras lo demuestran: en 2012 facturó 4.550 millones de euros y se ha convertido en la primera compañía de lencería de Estados Unidos con cada vez más presencia en Europa y Asia. Pero no hay que desdeñar la espectacularidad del evento. Los diseñadores parecen superarse cada año. En esta ocasión, la encargada de poner el ritmo a la «invasión inglesa» del primer acto de la muestra, fue la cantante Taylor Swift. Ángeles como Karlie Kloss, Alessandra Ambrosio, Lily Aldridge, Cara Delevingne y Jourdan Dunn lucieron unos diseños muy británicos: no faltaron los paraguas, chubasqueros transparentes, cuadros escoceses y la «Union Flag» . Le siguieron las temáticas «pájaros del paraíso», «noches parisinas», «náufragos», «ángeles de nieve» y «red rosa», cada una con sus originales alas. Las horas de entrenamiento y la estricta dieta que siguen las modelos quedaron patentes. Hasta los ángeles tienen que trabajar para tocar el cielo.