Blanca Li: «Cada día me siento más máquina»

–«Robot»: ocho bailarines interaccionan sobre el escenario con robots humanoides...

–Es una reflexión sobre el mundo actual. Cada día interactuamos más con las máquinas y mire a qué velocidad nos acostumbramos a ellas.

–¿Es fácil enseñarle a bailar a un robot?

–Es muy difícil. Pasan de mí y les pasa de todo. A veces se les va la cabeza y hay que llevarlos al médico, al técnico.

–¿Les felicita después de la función?

–Si han estado bien. Y les insulto cuando fallan. No creo que les importe.

–En la película «Her», un hombre se enamora de un sistema operativo...

–Aún no estoy preparada para eso; más adelante, ya veremos. Tendría que ser un robot viril, guapo y fuerte. Me podría enamorar de Robocop.

–Quizá los robots expresen algún día sentimientos, pero, ahora mismo, ¿qué despiertan los robots en nosotros?

–Miedo. Nos da miedo la idea de que lleguen a dominarnos, que puedan ser más fuertes y mejores que nosotros.

–Nos van a dejar a todos en el paro...

–No, no; sólo tendremos que hacer otro tipo de trabajo. Cambiar de chip.

–Seremos híbridos de músculos y máquina...

–Ya lo somos: tenemos corazones artificiales, piernas biónicas, etc. Pronto habrá supermercados de órganos.

–Vivimos con máquinas. ¿Vivimos como máquinas?

–Sí. Yo cada vez me siento más máquina. Hago en un día lo que antes hacía en un mes. Vamos muy rápidos.

–Y este panorama coreografiado por usted, ¿es patético o poético?

–Poético. Me encanta vivir este momento de transición.

–¿Hacia qué?

–Espero que hacia un mundo mejor. Yo soy positiva. Veo siempre brotes verdes. Y no me importa que estén plantados por robots.

–Oiga, un ballet de robots le saldría más barato y menos conflictivo...

–No crea. La asistencia técnica y las reparaciones salen carísimas.

–¿Nos iría mejor con un gobierno de robots?

–No. Aún no son muy fiables. De momento es más fiable el hombre.

–A los dos les puede fallar el programa...