Las monarquías europeas se encuentran viviendo una revolución. Y es que este jueves conocíamos que la reina Margarita de Dinamarca apartaba de la línea de sucesión a sus nietos, los hijos de su segundo retoño, el príncipe Joaquín, aunque sin privarles de todos sus títulos. Una tendencia a reducir los miembros de la Casa Real que, tras la muerte de la reina Isabel II, presiona al nuevo rey Carlos III para que tome “medidas decisivas” también para el Reino Unido.

Después del inesperado movimiento de la Corona danesa, los expertos ponen el foco en el Carlos III, después de que el monarca hablase durante décadas sobre la necesidad de reducir la Casa de Windsor. Creen que esto podría acelerar sus planes y tomaría una rápida decisión sobre el futuro de los duques de Sussex y sus hijos, Archie y Lilibet.

Ya la reina Isabel II dio un paso adelante en este ámbito cuando en enero despojó de todos sus títulos militares y patrocinios reales a su hijo, el príncipe Andrés, por sus vínculos con el magnate pedófilo Jeffrey Epstein, y tras ser acusado de abuso sexual a Virginia Roberts Giuffre cuando esta era menor de edad.