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Diego Otero: «No han conseguido hundirme»

El modelo y aspirante a actor rompe su silencio para hablar de cómo fue su reinado y de sus nuevos proyectos en México: «Los organizadores han sido unos incompetentes», confiesa

Diego Otero, Mister España 2011, posa para LA RAZÓN en la Gran Vía de Madrid
Diego Otero, Mister España 2011, posa para LA RAZÓN en la Gran Vía de Madridlarazon

No esperaba ganar, pero tampoco que su victoria se convertiría en un calvario. Diego Otero, Mister España 2011, sufrió en primera persona la mala gestión del certamen de belleza, recientemente declarado en concurso de acreedores. Desde que fue coronado, ha permanecido callado y ha aguantado todo tipo de desplantes por parte de la organización, pero él es de ese tipo de personas que se crecen en la adversidad y desde el minuto uno intentó sacar partido a su banda. Hasta ahora, ha compatibilizado su profesión como futbolista en el Club Deportivo Madridejos con trabajos puntuales como modelo, pero lo bueno está por llegar, o al menos eso promete, y prepara importantes proyectos al otro lado del charco. Guapo, está claro que lo es, pero también rompe con el mito del «Mister tonto». Tiene las ideas claras y, lo más importante, ha sabido rodearse en este tiempo de «buena gente», como él la define, que le ha aupado y que sigue confiando en él. Ahora, igual que hizo Andrea Huisgen hace unos meses, este joven de 26 años ha decidido romper su silencio y ha elegido a LA RAZÓN para explicar todos los detalles de su nefasta relación con Miss España.

–¿Intuías que lo que parecía ser la oportunidad de su vida se convertiría en una carga demasiado pesada?

–No. Cuando me presenté era consciente de que el concurso ya estaba de capa caída, pero yo no iba con la intención de ganar, sino de quedar entre los diez primeros, así que en aquel momento tampoco me importaba demasiado lo que vendría más tarde. Participé sin ningún tipo de expectativas; además no era ni el más guapo ni el más listo, tan sólo el más completo de los aspirantes.

–Y firmó el famoso contrato de exclusividad que tantos problemas le trajo después...

–Sí, y no fue lo esperado. Firmé exclusividad con ellos tanto nacional como internacional durante tres años. Ellos se comprometieron a conseguirme contratos como modelo en cualquier empresa. La organización se llevaba un porcentaje de mi trabajo y me obligaban a mantenerme bien física y psicológicamente. Pero lo realmente importante era la exclusividad. Además, aunque fuera yo el que encontrara trabajos por mi cuenta, todo debía pasar por ellos y darles el porcentaje oportuno. Y así lo hice en todo momento. Fui legal.

–¿ Y le consiguieron muchos trabajos durante tu reinado?

–Los dos primeros meses, alguna entrevista en medios impresos, pero no cobré por ellas. Así que trabajo, evidentemente, no era... Por lo tanto, puedo afirmar que no me consiguieron trabajos. Por mi parte sí que conseguí alguno. En todo este tiempo, puedo asegurar que no he estado parado; eso sí, no gracias a ellos.

–¿Cuál fue el mayor desplante?

–No ir a Mister Mundo. Por contrato, me correspondía asistir como candidato español a ese certamen. Lo que más me dolió no es que no me avisaran de que no iría y que me enterara por Facebook de que iría otro. Al parecer, perdieron los derechos de explotación de esa licencia, lo compró otra empresa y ésta seleccionó a su propio candidato. Fue increíble, no me dijeron nada. Ver a otro hombre con la banda fue muy duro, pero como soy una persona constante y he tenido a gente que me ha apoyado mucho, me di cuenta de que la vida seguía. Puedo decir que estoy decepcionado, pero no derrotado. Está claro que no han conseguido hundirme.

–¿Cuándo perdió el contacto con ellos?

– Desde mayo de 2012 no he vuelto a hablar con ellos, pero no me importa. Lo único que me suscitan es indiferencia. Me dieron largas cuando les llamaba e intentaba contactar con su abogado. Lo intenté todo. Además, nuestro contrato ya está muerto, porque ellos lo incumplieron. No creo que en este momento les interese tener problemas conmigo con todas las deudas que parece que tienen. Siempre fui legal con la organización, pero, sinceramente, no quiero saber nada más de ellos.

–¿Como valoraría la gestión de Julio Martín López al frente del certamen?

–Que el dueño de Miss España fuera un empresario de la construcción no ayudó. Lo que salió de aquello no fue lo esperado. Hubo una mala gestión, han sido unos incompetentes, no han cumplido sus objetivos y han llevado a pique un certamen tan importante. Es verdad que puede que la crisis haya influido, pero si otras personas lo hubiesen organizado no estaríamos así. Yo creo que si hubiera tenido en mis manos un concurso tan importante como éste, hubiera hecho lo imposible para que no desapareciera. Su gestión ha sido catastrófica.

–¿Le ha servido de algo el título de Mister España?

– Por supuesto. Me ha abierto muchas puertas, pero el título, no los organizadores. He de reconocer que estoy agradecido a la marca. Gracias a ellos entré en Miami en México y hasta en Noruega donde también he recibido ofertas de trabajo.

–¿Quién le ayudó a superar este mal trago?

–Los primeros, mis padres y mi hermano. También mis amigos y en especial Kena, quien ahora es mi representante. Ella confió en mí desde el principio, me dijo que había vida más allá del certamen y me dio muy buenos consejos. Le agradezco que confiara tanto en mí.

–Después de todo lo que ha pasado, ¿se considera una persona optimista?

–Sí. Mi vida no es el certamen y he sabido reconducir mi camino.

–¿A qué se dedicas ahora?

–Regresé a mi equipo de fútbol. Siempre soñé con ser futbolista del Real Madrid, pero tengo 26 años y soy consciente de que en este deporte ya no tengo posibilidades de subir más. Me quedaré en tercera división. Además les estoy muy agradecido a todos mis compañeros del Club Deportivo Madridejos por todo lo que me han apoyado y ayudado. Aunque, en este momento, si tuviera que apostar por algo sería por el mundo del modelaje.

–¿Qué proyectos tiene como modelo?

–Varios en Latinoamérica. Allí, el hombre español encaja muy bien. Tengo ofertas en México para irme ya mismo a trabajar en una agencia de modelos y también en Miami, pero eso implica dejar todo lo que tengo aquí (el fútbol, mi carrera de magisterio...) y debo pensarlo bien, además un visado en Miami cuesta 6.000 euros. También me dicen que tengo buen perfil para televisión y que podría trabajar en alguna serie. Me gusta la interpretación y quiero hacer algún curso para estar bien preparado para cuando llegue el momento. No es algo que me quite el sueño, pero sí que lo considero una meta que creo que puedo conseguir si me preparo bien.

–¿Participaría en algún de «reality»?

–Nunca me han ofrecido participar en este tipo de programas. No puedo decir que nunca lo haré, porque quién sabe si en cinco años estoy muerto de hambre y necesito hacerlo. Pero a día de hoy no entraría porque si lo así lo hiciera entraría en un círculo del que luego no se puede salir. Prefiero ser menos conocido y hacer otro tipo de cosas. No me gustaría ser «Diego el de Gran Hermano».

–¿Sientes la desaparición del certamen?

–A nivel personal, y siendo un poco egoísta, me alegro de que hayan desaparecido, porque ahora soy totalmente libre y si no, habría tenido que esperar tres años para serlo. Aunque por otra parte me da pena por los chicos y chicas que ya estaban elegidos, como los de Toledo. Es una mezcla extraña de sentimientos. Aunque siempre podré decir que fui el último Mister España.

«Me quisieron denunciar»

Los organizadores de Miss España quisieron denunciarle, pero después recularon. No les sentó bien que Diego Otero fuera el invitado estrella de «El gordo y la flaca» (en la imagen, Diego junto a la presentadora), uno de los programas más importantes de América Latina. «Una amiga me invitó a pasar unas vacaciones en Miami y allí, gracias a sus contactos y sin que fuera premeditado fue entrevistado en varios programas. Me sirvió tanto para promocionarme a mí como al certamen. Pero al regresar a España no sólo me enteré de que no les había gustado la publicidad que les hice, sino que además empezaron a decirme que había cobrado por ello, algo que era completamente falso», explica Diego. Así que en ese momento le amenazaron con demandarle, pero «se quedó en nada porque me enfrenté a ellos. Pensaron que me achantaría y que les pediría perdón, pero no fue así, porque defendí lo mío e insistí que no había cobrado nada por ello. Además, considero que perdieron una oportunidad de establecer lazos con el otro charco», añade.

El último guapo

Mientras que varias empresas ya buscan la fórmula para dar vida a un nuevo certamen femenino de belleza – la que suena con mas fuerza es «Miss Universe Spain»–, nadie apuesta por continuar con el concurso masculino, por lo que Diego Otero sería el último guapo oficial patrio. «Me parece muy injusto, y aunque entiendo que la belleza femenina está más valorada, creo que debería ir paralela a la masculina. No está prohibido el fútbol para mujeres y en el caso de la moda debería ocurrir lo mismo con los hombres», asegura el Mister.