Estados Unidos
Jorge Lorenzo: «No me ha tocado la lotería ni he robado a nadie»
Está oficialmente de vacaciones. Resulta inevitable el «por fin» que se le escapa al recordárselo. «Aunque las carreras terminaron hace un mes, todo este tiempo he estado con eventos, firmas de autógrafos, promociones de Yamaha. No he tenido la oportunidad de poder tomarme dos o tres días de descanso», explica cuando da carpetazo a la última de estas citas, una jornada solidaria de la mano de la firma de relojes Sector en apoyo a la Fundación Sandra Ibarra. Mallorca será el primer destino de estos días en los que el bicampeón de Moto GP espera hacer alguna escapada con sus amigos. El descanso del guerrero. «No es duro, es durísimo luchar por ser el mejor en la pista. Siempre me he presionado más yo a mí mismo que lo que me pueda pedir el equipo o lo que vea que hacen los demás», comenta Jorge que mantiene que «es una pena haber nacido con un talento y no aprovecharlo. Quizá no sea el piloto con más talento del mundo, pero a base de trabajo y de intentar superarte puedes progresar y evolucionar mucho en muy poco tiempo. Soy muy curioso, me gustar aprender y descubrir dónde están mis fallos para pulirlos».
Exigente consigo mismo, quienes le conocen, aseguran que ése es el único secreto. «Llevo sacrificándome desde que tengo cinco años. He renunciado a muchas tardes y muchos domingos que podría haber dedicado a jugar o salir con mis amigos. Pero es cierto que sin esas renuncias no hubiese llegado a ser lo que soy hoy». A pesar de tenerlo prácticamente todo en sus manos, ¿no cambiaría su vida por la de alguno de sus amigos que viven de una forma más sencilla y, sobre todo, anónima. «Me siento afortunado y cada día doy gracias por ello: trabajo en lo que me gusta, tengo bastantes días libres al año. Además, para mí, mi trabajo es mi pasión y eso hace que lo mire con otros ojos. Ya llegará el tiempo de retirarme y de descansar». Con esta visión de la vida, no le preocupa no tener pareja: «Todo llegará».
Quizá por esta entrega total al motor, le duele el revuelo generado después de que un video publicitario del piloto en su casa en el Maresme circulara por las redes sociales. «El vídeo tiene mentalidad americana y está hecho por un sponsor americano. En principio no se iba a colgar en Youtube, donde todo el mundo lo puede ver. Ciertas imágenes las habría cancelado», explica, matizando que además no contó con su aprobación final. «Sin embargo, cuando lo pienso, tengo una casa que me he ganado durante 23 años de duro sacrificio, con cientos de miles de horas encima de la moto, con miedos, dudas, lesiones, gente que no confiaba en mí... Vengo de una familia humilde, no me ha tocado la lotería ni he robado a nadie. Me lo he ganado a pulso. Ningún compañero en una carrera me ha dicho nunca: "Venga Jorge, tú tira tranquilo que nosotros vamos a ir a medio gas para que ganes la carrera"». Por eso, se siente orgulloso de su casa, valorada en cinco millones de euros: «El dinero está para disfrutar y mejorar tu calidad de vida, siempre y cuando te lo hayas ganado con trabajo». De ahí que no tenga problema alguno en desmentir que no es amigo de las juergas. «Este año sólo habré salido un par de veces de fiesta por la noche. He estado entrenando con mi padre todas las semanas del año. Llevo una vida espartana y un entrenamiento preciso para sacar de mí el mejor rendimiento. De hecho, no me acuesto más allá de las doce de la noche».
Ni jamones ni gogos
Aunque en España no se vea con buenos ojos, lo cierto es que el video que protagoniza Lorenzo para Monster, uno de sus principales patrocinadores, no ha causado revuelo alguno en Estados Unidos. Y es que este tipo de montajes en el que una «celebrity» muestra su mansión, lejos de ser visto como un ejercicio de opulencia, se ve como un reflejo del «sueño americano». De ahí que incluso se buscara exagerarlo. Sin embargo, Jorge no cuenta en su casa ni con los cinco jamones que se utilizaron de atrezzo en el montaje ni tiene a gogos a granel en la piscina.
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