Karina Garantivá: «Prefiero una parida a la paridad»

–¿Se llaman «Primas de riesgo» porque son primas que incitan a la lujuria?

–Por humor y reivindicación: pertenecemos a una generación sin futuro, hundida y depresiva.

–¿No admiten primos en el grupo teatral?

–No. Sólo mujeres entre 30 y 40 años. Los hombres tienen mucho espacio en el teatro. Nosotras, menos.

–No sé si a eso le llaman discriminación positiva...

–Es discriminación total. Sólo los iluminadores y el autor, Ernesto Caballero, son hombres. Y están encantados.

–Ya. Está claro que prefiere una parida a la paridad...

–Sí, prefiero la parida, ja, ja, ja. La paridad me gustaría si surgiera de forma natural, sin imposiciones.

–Interpretan la obra «Naces, consumes, mueres». ¿Eso es la vida?

–Debería ser algo más, pero parece que sólo es eso.

–Dicho así, suena triste...

–Nosotras hacemos lo triste muy alegre. Transformamos el dolor en risa. No nos quedamos en la queja.

–Si el capitalismo es la religión imperante, ¿quién es su papa?

–Mario Draghi, el director del BCE, por ejemplo.

–¿Y su gran dogma?

–Consumir, consumir y consumir.

–Critican el consumismo. ¿Qué alternativa hay a eso?

–No sé. Los actores a veces lanzamos preguntas sin tener respuestas.

–Se financian gracias al «crowdfunding», un sistema de micromecenazgo a través de internet...

–Un sistema alternativo: renuncias a las subvenciones apelando al público.

–Son como el cariño verdadero: ni se compran ni se venden...

–Exactamente. No es coherente atacar las instituciones y a la vez pedirles dinero. No me gusta.

–Lo suyo es el teatro independiente. ¿Cómo el de Artur Mas?

–No. Nosotras somos independientes de la tradición.

–Y para eso, nada como recurrir a Calderón...

–Le hemos dado una vuelta total a su obra «El gran mercado del mundo».

–Vamos, que han tuneado el auto sacramental...