Isabel II busca un friegaplatos para su palacio

La reina Isabel II tiene un auténtico ejército de empleados a su servicio. Una cuenta que no para de crecer y que Bukingham Palace no descuida en ningún momento. Y menos cuando surge una vacante. Según un anuncio publicado esta semana en la web del palacio, ahora se requiere un friegaplatos. La retribución no es para tirar cohetes: unas 14.200 libras anuales (17.400 euros), un sueldo cuya parquedad se compensa con el carácter indefinido del puesto. Más «austeros» en cuanto a la servidumbre se muestran Kate Midlleton, quien, sin embargp, no ha de preocuparse de nada pues no todo el mundo recibe una casa por su 31 cumpleaños a modo de regalo. Ni tampoco un palacete con diez habitaciones. Claro, que no todo el mundo se casa con un príncipe y tampoco tiene como abuela política a la mismísima Isabel II. Los rumores han sido constantes a falta de una confirmación oficial, pero la noticia publicada ayer por «The Times» despejó toda clase de dudas: la soberana tiene previsto regalar a los duques de Cambridge un nuevo hogar. Se trata de Anmer Hall, una casa de campo de estilo georgiano situada en la finca de Sandringham. Está considerada como una de las viviendas con más encanto de todas las propiedades que tiene la reina. El príncipe Guillermo jugó allí cuando era un niño y los que le conocen aseguran que guarda buenos recuerdos. Los rumores han adquirido más credibilidad cuando se ha confirmado que la finca de Sandringham ha presentado planes para reformar el edificio. Se pretende redireccionar la entrada, extender los garajes para formar una gran habitación y rehabilitar el jardín. La casa, que cuenta con diez habitaciones, se encuentra actualmente alquilada por James Everett, el dueño de la compañía Norfolk, que vive con su esposa y sus tres hijos. Los duques querían un refugio en el campo para instalarse cuando Guillermo termine su periodo de servicio como piloto de helicóptero.