Redes sociales
La familia Biondo: «Iremos a los tribunales»
Quieren encontrar el porqué a un final precipitado. Quieren saber cómo aliviar el noqueo emocional que te golpea cuando el «adiós» es definitivo, cuando una persona se lleva tras de sí la vida –tantas vidas– y toda esa realidad que ahora parece sólo un decorado, desgarrado y triste, que les ha dejado tiritando en un mundo lleno de preguntas y dolor. Quieren que el eco del recuerdo deje de tener ese tañido triste y asfixiante. Quieren, en definitiva, completar su parte de la historia, buscar otras respuestas, sacar sus propias conclusiones. Y por eso están dispuestos a dejar por unos días su Palermo natal para venir «pronto» a Madrid. Mañana se cumple un mes de la trágica despedida de Mario Biondo, el cámara italiano de «MasterChef», marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, que apareció muerto en su casa del madrileño barrio de Tirso de Molina. Hasta hace unos días, su familia había vivido el desconsuelo de la pérdida en la más absoluta intimidad. Sin embargo, su hermana Emanuela ha decidido romper su silencio: «Ahora tenemos menos dolor y más raciocinio. Hay demasiadas preguntas sin respuesta y sólo respuestas contra mi hermano», asegura a LA RAZÓN.
«No estaba jugando»
Para empezar a recomponerse, la familia Biondo necesita antes recomponer el puzzle de aquel trágico día al que, a su parecer, le faltan muchas piezas por encajar. «Hay demasiadas cosas que decir desde aquel maldito 30 de mayo hasta ahora», asegura Emanuela. La hermana de Mario evita los detalles y prefiere no concretar algunos de los comentarios que ha escrito en su perfil de Facebook, en los que hace alusión a una «bomba» que está «a punto de estallar». «El tiempo te dará la respuesta», afirma cuando se le pregunta. Tiene la certeza de que Mario no se suicidó, como asegura el informe policial, que no deja dudas a otras interpretaciones. «Mi hermano no se quitó la vida y tampoco jugaba», confiesa dolida ante las especulaciones sobre que el fallecimiento podría haberse producido por un juego erótico. Al igual que Raquel Sánchez Silva, quien aseguraba que todo se debía a «un trágico accidente», la familia tampoco parece dar crédito a la idea del suicidio. Si bien la presentadora acudió a la Jefatura de la Policía días después de perder a su marido para pedir que se abriese una investigación –algo que, según ha podido saber este periódico, no se ha producido porque los cuerpos de seguridad no barajan más hipótesis que el suicidio–, la familia espera el mejor momento para pronunciarse. Quieren tener más información y el informe forense en mano, ya que, según afirma Emanuela, sólo les comunicaron «verbalmente» la causa de la muerte. Aunque adelanta: «Iremos a Madrid igualmente para hablar con los tribunales».
Las especulaciones, sospechas y rumores han acechado el fallecimiento de Mario desde el primer día, a pesar de que la Policía fuese contundente en su dictamen. La viuda, Raquel Sánchez Silva, y la familia Biondo llegaron incluso a emitir un comunicado conjunto en el que incidían sobre la idea de un «trágico y desafortunado accidente». Ahora, casi un mes después de aquellas declaraciones, el duelo –mejor dicho, distintas maneras de entenderlo y padecerlo– ha separado a Raquel de la familia de Mario. De hecho, Emanuela irrumpió en el panorama informativo esta semana tras dejar clara constancia de las desavenencias que mantiene en la actualidad con la que fuera su cuñada. Aunque sus comentarios a través de Facebook no citaban de forma explícita el nombre de Raquel Sánchez Silva, la hermana de Mario reconoce a este periódico que está dolida con la actitud de la presentadora. «Quizá en España el luto se demuestra de forma distinta», lamenta.
Lo cierto es que, a pesar de los duros reproches que le dirigió a la viuda –entre otros comentarios, aseguraba que «su dolor es falso y me fastidia»–, tanto Emanuela como Raquel han convertido las redes sociales en su modo de desahogo, en un altar improvisado en el que canalizar su dolor. Eso sí, de un modo distinto. Los hermanos Biondo (Andrea y Emanuela) han convertido sus perfiles de Facebook en un espacio colectivo donde recordar a Mario –publican fotografías suyas y le dedican comentarios y canciones–, mientras que Raquel ha ido subiendo imágenes de sus vacaciones en Formentera, donde estuvo arropada por sus amigos, quienes, según confesaba la propia presentadora, le ayudan a «hacer soportable y bello lo imposible». Sin embargo, las imágenes de Raquel en la isla balear parece que no han sentado demasiado bien a la familia Biondo. Asimismo, comentarios como «queda mucho dolor... pero tanto amor...», publicados por la presentadora el pasado día 22 –cuando celebraría con Mario su primer aniversario de boda– tampoco satisficieron a la hermana del fallecido. «Ni una flor le ha mandado, en fin, demasiados compromisos, sol, mar, amigos, risas... qué pena da alguna gente... es el colmo», escribió. Con su dolor abierto al público –su perfil en Facebook ha ganado cientos de seguidores desde que salió la noticia en los medios–, en su muro se mezclan condolencias, mensajes de apoyo y también algún que otro dardo envenenado, dando rienda suelta a especulaciones y enfrentamientos de todo tipo. Si bien algunos censuran la actitud de Raquel porque su vuelta al trabajo les parece inapropiada para alguien que está de luto, algunos colegas de profesión no han tardado en tachar de interesadas las críticas de la familia. Y en medio de ese fuego cruzado y de las críticas vacuas, está la única certeza: el inconmensurable dolor de la pérdida.
LA ÚLTIMA CONVERSACIÓN
El inesperado fallecimiento de Mario Biondo se ha convertido en objetivo de las revistas del corazón, y los «paparazzi» han seguido a Raquel Sánchez Silva hasta en el último adiós que la presentadora dio a su marido en Taormina (Sicilia), lugar de origen del cámara de «MasterChef», donde se celebró el sepelio el pasado día 6 de junio. Fue un duro trago para todos los presentes, que apenas un año antes habían recorrido las calles de esa misma localidad para celebrar el enlace de Mario y Raquel. A pesar de todo, en tan doloroso momento, la viuda estuvo arropada por los padres de Biondo, Pippo y Santina, y por sus hermanos Andrea y Emanuela. Según confiesa ésta, ésa fue la última ocasión en la que habló con su cuñada. A pesar de las críticas veladas que ha podido hacer a Raquel en sus perfiles sociales –donde aludía a la presentadora pero no daba su nombre–, Emanuela se muestra prudente a la hora de hablar de ella y se niega a profundizar en los motivos por los que ha demostrado lo dolida que estaba con la presentadora a través de las redes sociales.
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