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Manuel López de la Fuente: «Parte de nuestro sueldo era en B»

Los empleados de La Bardemcilla aseguran que parte de sus nóminas era en negro y añaden que el ERE sigue en pie. ¿La última oferta del clan?: 25 días por año trabajado. Después de que LA RAZÓN destapara las intenciones de la propietaria de La Bardemcilla, ésta arremetió contra sus empleados. Ahora ellos desvelan cómo fue trabajar a su lado

Manuel López de la Fuente: «Parte de nuestro sueldo era en B»
Manuel López de la Fuente: «Parte de nuestro sueldo era en B»larazon

Manuel López se encuentra muy decepcionado porque hasta hace unos días se sentía parte de la «gran familia de los Bardem». Llevaba diez años detrás de la barra de La Bardemcilla «y ahora nos dan una patada sin más y sin valorar todo lo que hemos pasado y a lo que hemos renunciado por ellos, sobre todo, por Mónica». Él es uno de los 11 empleados que ahora forman parte del ERE que llevará a cabo el clan.

–¿Cómo le comunicaron el cierre del local?

–Mónica nos informó con un cartel que pegó en la cocina. Luego, sin reunión previa con nosotros, se presentó con un abogado, nos dijo que tenía que cerrar y que no había dinero ni para indemnizarnos. Prometió que nos pagaría el mes de marzo, algo que todavía no ha ocurrido, y que nos echaría una mano para tramitar los papeles del paro y las indemnizaciones con Fogasa.

–¿Cómo era su relación con los Bardem?

–Mónica es una persona muy difícil. Pasa de la sonrisa a las caras largas con facilidad, del «cuánto te quiero, somos una familia» a dejarnos en la calle y pensar que somos tontos. Nos ha tratado como a un trapo y no nos los merecíamos.

–¿Cuál pensó ella que sería su reacción?

–Los Bardem creían que íbamos a firmar lo que nos pidieran, como hemos hecho siempre. Y es que nunca les hemos discutido ningún cambio. Hemos tragado mucho..., pero ya no estamos dispuestos.

–¿Son coherentes los Bardem?

–Cada uno puede pensar como quiera, pero esta doble moral nos ha dejado rotos. Ha sido un desengaño tremendo. Y con el comunicado que hicieron ya no sé qué pensar...

–¿Ha sabido Mónica gestionar el negocio?

–No, y con ello se ha cargado al equipo de trabajadores, por sus actitudes caprichosas, como el cambiar los horarios de forma unilateral o imponer cualquier tipo de cambio de funcionamiento sin contar con la plantilla.

–¿Qué cantidad de dinero les debe?

–La nómina de marzo y parte de la paga extra de Navidad.

–¿Siempre han trabajado con contrato y cobrado por nómina?

–Sí. Aunque el dinero en B ha existido siempre. Se llamaba el «añadido al bote» y nos lo daba la empresa por lo bajo y ya está. Pero hace meses que también lo eliminó debido a que un compañero quería cobrarlo todo a través de la nómina de forma legal.

–Cuando habla de dinero en B, ¿a cuánto se refiere?

–Pues, en mi caso, de una media de 1.050 euros que cobraba al mes, unos 850 eran de nómina y el resto, entre 150 y 200, eran del «añadido al bote».

–¿Cómo reaccionaron los Bardem tras la exclusiva de LA RAZÓN?

–Aquel sábado Mónica llegó por la mañana de los nervios, perdió las formas. Llegó hecha un animal. Entró en la cocina insultando, amenazando y gritando: «Sinvergüenzas, os vais a cagar. No vais a encontrar trabajo en ningún sitio. No os pienso ayudar ni recomendar».

–¿Eran adecuadas las condiciones de salubridad y seguridad de La Bardemcilla?

–Se derrumbó el techo y sólo se cerró ese día. Lo apuntalaron y se tapó con cortinas para seguir tirando. Mónica no quiso arreglar nada.

–¿Considera que ella ha podido negociar con los propietarios del edificio para dejar el local antes de acabar el contrato?

–El edificio es independiente del hotel que se está construyendo justo al lado de La Bardemcilla. Algunos pensamos que ha podido negociar a escondidas de la plantilla el dejar el local un año antes a cambio de una contraprestación. Ha tenido demasiadas prisas en entregar las llaves. Cerramos un sábado, vaciaron el domingo y entregó las llaves el lunes. Todavía quedaba un año de contrato por delante...

–Usted, que los conoce bien... ¿cómo es la relación entre los hermanos Bardem?

–Nunca ha sido tan idílica como quieren hacernos ver. Mónica lleva varios años muy alejada de ellos. Desde que se casó, por aquí no aparece nadie. Carlos quiso abrir su local de La Latina con el nombre de La Bardemcilla y no le dejaron, pero luego Mónica abrió la suya en Santa Ana. Entre Mónica y Carlos no hay «feeling». Respecto a Javier, Mónica no ha ido a la entrega de los Oscar ni a otros premios. Los que siempre le acompañan son su madre y Carlos. Ella siempre se quedaba en Madrid. Desde que Mónica se casó la familia desapareció. Su pareja puede ser el principio del mal rollo entre ellos.

–¿Es una jefa comprensiva?

–(Risas) Pondré un ejemplo: celebró su boda en secreto en La Bardemcilla un sábado por la mañana. Contrató un catering para no tener que cocinar y nos invitó a todos lo trabajadores. No vino mucha gente conocida, aunque sí lo hicieron Javier, Penélope, Carlos y Pilar. Pero a las ocho de la tarde nos dijo: «Venga, chicos, a recoger todo esto que hay que abrir el restaurante esta noche». Aunque lo más fuerte es la manera que tiene de hacer las huelgas. Lo que voy a contar lo pueden confirmar mis compañeros. El día de huelga general, ella cerraba el negocio. No nos daba opción a decidir si queríamos o no trabajar. Echaba la llave para no tener problemas con la familia y los piquetes informativos, pero ese día lo recuperaba el primer lunes. ¡Nos obligaba a recuperar el día perdido en lunes!, precisamente el de descanso del personal. Si decidías no ir por ser tu día libre, no lo cobrabas a final de mes. ¿Eso es ser solidaria?