Casas reales
La Reina pasa una semana en Londres de «shopping»
Doña Sofía no puede olvidar sus raíces inglesas; es de la misma rama que la emperatriz Victoria y disfruta con el «Christmas pudding» del centenario Fortnum&Mason y las festivas compras por Sloane Square, un auténtico bazar para los sentidos exigentes. Ya pasó el tiempo de King´s Road y Bond Street se mantiene como una zona rica cautivadora a un paso del Hotel Claridge´s, donde se aloja la soberana habitualmente. El «shopping» la obliga a una dilatada permanencia con el fin de quedar bien con todos y no descuidar a ninguno. Y, encima, debe cumplir los compromisos sociales de sus hermanos, los ex reyes griegos, que la pasean casi al vuelo. Allí Sofía se siente como en casa y de ahí que permanezca una semana entera dedicada a husmear entre los mercadillos. Ha podido hacer esta escapada mientras Don Juan Carlos, en Madrid, sigue su rehabilitación diaria con un fisio por la mañana y otro por la tarde. La Soberana, antes de tomar el avión, hizo escala en Barcelona para celebrar el cumpleaños de su nieto Miguel y pasar algunas horas con la familia Urdangarín, con la que no escatima en ánimo y apoyo. Sabe la que se les viene encima, como la serie televisiva de Alberto Caballero y Vanessa Romero, «La que se avecina», menos graciosos que en ediciones anteriores por cierto, ya que se nota la falta del dúo entrometido formado por Gemma Cuervo y Maribí Bilbao. A ver si en enero, con la vuelta de Antonia San Juan, el tono dislocado regresa. Menos comedia hubo en la entrega de premios del Centro Cultural Gitano. Una fiesta celebrada al atardecer en el histórico Conde Duque en la que cantó Celia Gámez. Madrid sigue con su deuda a la creadora del Pichi denostada por patriota cuando exaltan a Santiago Carillo.
Esa tarde, Curro, con una Carmen Tello vestida de verde esperanza, fue proclamado «el mejó» mientras Joaquín Albaicín quedó realzado por su obra literaria; su esposa, Salomé Pavén, me contó que su madre, Luisa Ortega, creadora del «Pena, penita, pena», se ha instalado en Sevilla. Asistió también Enrique Solís, el menor de los Tello, recién llegado de Nueva York, donde fue imprescindible para la marca Porcelanosa. Ahora relanza el castillo familiar de Almodóvar del Río y prepara la nueva boda familiar del 4 de mayo. Trinidad Jiménez y Pedro Zerolo recordaron cómo Carmen Calvo apoyó hace cinco años el impulso de la etnia gitana, que tiene en España 700.000 componentes llenos de arte, sabiduría y hondura. Esto mismo afirmaba Julieta Serrano mientras veía premiar a una amiga; aunque desea «hacer algo cómico» su próximo trabajo, será una tragedia, «El malentendido», en el Teatro Valle-Inclán.
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