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Ricky Martin toca el cielo

Ricky Martin, en una imagen de archivo
Ricky Martin, en una imagen de archivolarazon

El puertorriqueño aterriza en España para presentar «VIDA», su canción para el Mundial de fútbol de Brasil

Es un dios latino, un adonis de piel bronceada que ha descendido a la tierra para deleitarnos con sus ritmos caribeños y para hacernos mover las caderas a golpe del «dance pop» más pegadizo. Ahora, Ricky Martin, que se encuentra en su «mejor momento vital y profesional» tras más de 30 años en la industria musical, llega a España para hacernos vibrar con «VIDA», su tema para la Copa del Mundo de fútbol de Brasil. «No elegí la canción por el título, sino por el estribillo, porque es pegadiza y refleja el espíritu de la Copa», asegura el cantante en una entrevista con LA RAZÓN. «Cuando quieres escuchar música, buscas olvidarte de los problemas y no darle demasiadas vueltas a las cosas». Y de esto el artista sabe mucho: de derribar barreras mentales, no dejar que los problemas le paralicen y exprimirle todo el jugo a la vida. «A veces necesito desconectar un ratito, encontrar lo simple, vivir más relajado. He logrado cosas maravillosas en la vida y ahora quiero disfrutarlas con paz y alegría. Soy padre de familia, soy exitoso y la gente me apoya: no puedo pedir nada más». ¿Y a qué equipo apoya Ricky Martin en el Mundial? No puede evitar reírse antes de contestar: «Dios mío, tengo que hacer algo para contentar a todos. ¡O para que Puerto Rico compita! Aunque allí no practicamos mucho deporte... Pero he pasado mucho tiempo en Argentina, Brasil y México, soy ciudadano español –¡y me pongo la Roja!–, mi mánager es alemán, la maestra de mis hijos francesa, ¡y vivo en Australia! Soy un ciudadano del mundo, mi corazón está dividido». Ricky Martin esquiva con elegancia la pregunta, algo que no hace cuando se abordan temas más personales. Cansado de desmentir sus romances desde que rompiera con Carlos González Abella en diciembre –el último de los cuales lo relacionaba con el también cantante Pablo Alborán–, Martin vive desde hace dos años en Sidney con sus gemelos, Matteo y Valentino. «En Australia vivimos felices, es un país hecho, perfecto. Le gente vive relajada; a pesar de tener la corrección inglesa tienen mucho de caribeños en ese sentido». Hasta allí se mudó también para participar como «coach» en «La Voz Australia», «una experiencia increíble» que, según el cantante, le permitió volver a sus orígenes y ayudar a los jóvenes a encontrarse a sí mismos: «Yo he hecho este camino de búsqueda de aceptación y por eso trabajar con ellos está siendo una oportunidad de crecimiento. Vivo sus angustias, sus miedos y sus inseguridades y les ofrezco mi sabiduría y mi experiencia». Una experiencia que le ha costado al intérprete de «She Bangs» más de una lágrima: «Después de un camino tan duro para saber quién era realmente, aceptar mi condición sexual e incluso compartirla con el mundo, supuso, y aún supone, una purificación y una liberación enormes». Ricky Martin llegó a asumir la homofobia por rechazo a sus sentimientos,

pero ahora está seguro de que volvería a salir del armario una y mil veces más: «Hay muchos jóvenes ahí fuera que tienen que escucharme. Cuando dejé de esconderme y supe quién era, fue maravilloso, nunca me sentí más cerca de Dios».

El cantante de «María» ha aprovechado su fama y su valentía para alzar la voz siempre en favor de los más desfavorecidos, algo que hace a través de Ricky Martin Foundation. «En principio me movió el dolor, la culpa ante mi propio silencio. Uno no puede cerrar los ojos ante el mal que hay en el mundo y dormir por las noches. Acabamos enfocándonos en el problema de la trata humana, algo tan doloroso y tan poco comprendido que merecía ser contado y denunciado, así que aproveché el poder de convocatoria que me brinda la música para concienciar y servir de ejemplo, para educar». Así, el próximo mes el puertorriqueño inaugurará en su país de origen un centro holístico de ayuda contra la trata infantil.

Ricky Martin sigue cosechando éxitos año tras año, y tras el lanzamiento de su último álbum, «Sex Rules», se ha coronado definitivamente como embajador global de la música latina. «Es una locura, porque yo no soy purista ni nunca lo he sido: mi música bebe de muchos estilos, está influida por el sonido anglosajón, por los ritmos de África, la percusión... Pero también tiene un regusto latino porque yo soy latino, y esa bandera no me la quito. Llevo mi idioma y mi carácter a cada rincón con mucho orgullo». De hecho, el artista llegó a ser portada de «Time» bajo el titular «La música latina hace ¡pop!», algo que por entonces no entendía. «De un tiempo a esta parte se ha producido un auge de la música latina con artistas fantásticos: desde Shakira a Jennifer Lopez, pasando por Enrique Iglesias, Marc Anthony o Pitbull. Hemos colaborado y lo maravilloso es eso: hacer música, ver a la gente bailar y disfrutar de esta pasión». Por muchos años más.

De fiesta en la playa

El tema «VIDA» fue elegido entre 1.600 presentados por músicos aspirantes y fans del fútbol de 29 países para ser interpretado por Ricky Martin en el Mundial. El vídeo, grabado en Río de Janeiro, acumula ya más de 11 millones de visitas: en él, un centenar de personas –niños, bailarines, modelos, futbolistas y artistas de capoeira y samba que representan la diversidad del pueblo brasileño– aparecen bailando y celebrando en Copacabana. El puertorriqueño se une a ellos, observa el atardecer, monta en bicicleta y baila el «passinho», el famoso baile brasileño derivado del funk.