De viernes
Ivet Playá no convence: ‘De viernes’ la acusa de extorsión, ambigüedad y ser dañina a Alejandro Sanz
La joven señaló que el cantante “traspasó límites”, ahora los rebaja a tan solo “morales”. Se habla del millón de euros que pedía y otros ‘negocios’
“Este vídeo ha revolucionado el panorama musical”, introduce Santi Acosta a su invitada estrella en ‘De viernes’, dando paso al vídeo que ha puesto en jaque a Alejandro Sanz: “Hola soy Ivet Playá y estoy aquí porque necesito contar mi historia por la niña que fui y, sobre todo, por la mujer que soy hoy. Me siento engañada, me siento utilizada y humillada. Mi vínculo con Alejandro Sanz se convirtió en sexual. Se suponía que estaba viviendo un sueño, un sueño más de su mano, pero la realidad es que se convirtió en una terrible pesadilla”.
Con este clip que se hizo viral, la joven de 26 años acusa al cantante, de 55 años, de una relación donde el poder jugó un papel destacado, según ella. Ahora le saca rentabilidad en el programa de Telecinco, donde subrayan que fue una “admiradora con derecho a roce” o “la niña de sus ojos”. La joven reconoce que al principio “me negaba porque me sacaba muchos años”, aunque añade otro motivo a su silencio: “Si él quiere ser infiel, que lo sea, pero yo quiero tener la conciencia tranquila”. Y es que ha decidido romper su silencio dolida porque le ha decepcionado: “No me esperaba que él fuera así”.
Ivet Playá niega delitos y haber sido ambigua
“¿Qué es lo que buscas al contar lo sucedido con Alejandro Sanz?”, es la primera pregunta que le lanzan a bocajarro a la invitada estrella: “Contar la verdad y de alguna manera liberarme, quedarme tranquila y ayudar a quien pueda ayudar, porque en estos días he recibido muchos testimonios que me han agradecido mucho mi valentía por salir en redes sociales y contar mis sentimientos. Y que, al final, es lo único que de momento he hecho”, asegura la joven. Lo hace ahora porque se siente por fin “preparada para hacerlo, porque he digerido todo lo que ha pasado. Le he puesto nombre un poco y orden a mi cabeza, porque no ha sido fácil”.
¿Nombre? ¿Qué nombre? Le preguntan los presentadores y colaboradores a la vez: “Nombre exacto no, pero he llegado a comprender lo que me podría haber pasado, enamorarme del personaje”. No parece que convenza, pues no responden y dan paso a un vídeo directamente. En él recuerdan sus pasos mediáticos de esta semana, donde lanza muchas insinuaciones sobre Alejandro Sanz, para días después aclarar que “en ningún caso le culpabilizo de ninguna conducta delictiva”. No hay delito, pero sí una gran polémica, pues muchos la han criticado por estar “obsesionada con él” o porque su “relato está muy confuso”.
Las pruebas juegan en su contra. En marzo trató de comercializar con una revista su romance y el director confirma que le dijo “quiero dinero por esta historia”. En mayo Alejandro Sanz sitúa una propuesta de negocios realizada por Ivet Playá para invertir en su familia, que él rechazó. Un mes después ella tiró de la manta y lo contó todo por redes sociales. Una semana después está en el plató de ‘De viernes’, donde se preguntan si “trató de extorsionarle” y el motivo de hacerlo de forma “tan ambigua y dañina”, lanza Antonio Rossi. Ella sentencia que “dañino sería si le acusara de algo, pero yo no le acuso de nada”.
¿Extorsiones o negocios poco atractivos?
Entre sus ambigüedades está la edad en la que tuvieron lugar sus encuentros sexuales. Ella lo explica ahora: “No confundí la edad, simplemente narré la cronología de los hechos. Yo dije que con 18 años tuve mi primer encuentro privado, eso no significa que fue sexual”. Añade que después trabajó con él y más tarde comenzaron sus citas íntimas, ya cuando tenía 24 años. Rossi le subraya que “claro no quedó si tuviste que rectificar, asúmelo”. Sobre que se “traspasaron los límites”, otra de sus acusaciones, ahora matiza que fueron solo “morales”, porque “en ningún momento hablé de delitos” o que “no fue mi intención ser ambigua”. Ahora deja claro que su relación sexual fue “consentida y buscada”, pero se queja de que ella tiene “una dependencia emocional, por mi parte, muy grande”.
Otro de los puntos clave de la entrevista llega cuando se plantea que Ivet Playá le pidió a Alejandro Sanz supuestamente dinero a cambio de su silencio. Tenía fotos y conversaciones con las que presionar presuntamente. También le propuso invertir en un negocio casi un millón de euros, a cambio del 5% de las participaciones del negocio. El cantante rechazó la oferta y un mes después llegó el vídeo de la polémica de la semana pasada, cargado de acusaciones veladas, hoy aclaradas, en parte. Por más que tratan de reformular las preguntas los colaboradores, no llega a explicar jamás qué pasó sobre esto. Dice que Alejandro le ofrece ayudas, trabajo y más: "Para mí no era dinero, para mi era una oportunidad de ayudar a mi familia, a mis negocios y no hay que entrar en las cantidades. Eran cosas que hablábamos él y yo en la intimidad".