
'De viernes'
La emotiva carta de la madre de Anita, tras la mala vida que le dio
La cuarta finalista de ‘Supervivientes’ ha reconocido que ser portó muy mal con su madre. Ahora ella le ha escrito una misiva que ha leído en directo

Mucho se ha hablado de Anita Williams en los últimos meses, después de ser estrella en ‘La isla de las tentaciones’ y triunfar igual en ‘Supervivientes’. Tiene un gran futuro en los platós de Telecinco y ha comenzado tras su regreso de Honduras hablando en ‘De viernes’ de su durísimo pasado. No lo ha tenido fácil, aunque su infancia la recuerda feliz. Todo se torció cuando llegó la adolescencia y se convirtió en víctima de bullying por dos vídeos eróticos suyos que pulularon por el colegio y también por internet, traspasando incluso fronteras.
Recuerda cómo se escapó de casa cuando tenía 15 años, por vergüenza a enfrentarse a sus padres por la polémica de los vídeos eróticos: “Después de estar tres días fuera de mi casa y mis padres locos buscándome, que se pensaban que me habían secuestrado o pasado algo fuerte, era de la vergüenza para que no vieran el vídeo, regresé a casa y luego ellos me intentaron calmar”. Le ayudaron a salir del bache, pero se metió en otros peores. Frecuentó malas compañías, comenzó a cometer delitos y terminó en prisión.
La madre de Anita, la que peor lo ha pasado
También le hacía pagar con dolor a su madre todo el dolor que ella misma atesoraba en sus adentros. “Se lo he hecho pasar muy mal. Le hacía llorar conscientemente, porque yo decía ‘eres la peor madre del mundo’ y hasta que no la veía llorando no me entraba el malestar a mí”, llega a reconocer Anita en su entrevista más dura.
Una que ha terminado con una sorpresa para ella, cuando los presentadores le han hecho entrega de una carta escrita por su madre con su puño y letra: “Una carta de alguien que te quiere mucho y que nunca te ha soltado de la mano”, le detalla Santi Acosta mientras le entrega la misiva, que lee en directo. La reproducimos íntegramente a continuación:
“Hace 27 años, delegaste en mi la responsabilidad más grande que tendré jamás: ser tu madre. Quiero decirte que me siento inmensamente orgullosa de ti y también pedirte disculpas si, alguna vez, no he sido comprensiva contigo. Pero lo que quiero decirte en mayúsculas para que te lo graves a fuego es que quiero que te ames en voz alta. Quiero que tu valor dependa solo de ti y no de la opinión de nadie. Quiero que vivas libre, sin miedo a ser tú.
Quiero que recuerdes que tienes derecho a equivocarte y volver a empezar las veces que sea, porque lo harás con más fuerza. Quiero que digas no sin sentirte culpable. Quiero que nunca te hagas pequeña, porque eres muy grande. Pero lo que más quiero es que seas feliz y si alguna vez dudas de ti, yo estaré siempre para recordarte quién eres. Jamás te juzgues por todas tus versiones que tienes. Ellas son las que te han llevado hasta donde estas y hasta quién eres. Y, por último, decirte que estás guapísima con eses pelo. ¿Sabes por qué, cariño? Porque no se despeina el alma. ¿Quién te quiere a ti? Mamá”.
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