
Nuevo caso
Alejandro Sanz bajo lupa: entre sombras, lealtades y fans que hablan
ras las graves acusaciones de Ivet Playà, otra joven fan rompe el silencio para defender al cantante: "Jamás insinuó nada; su cercanía es respeto y generosidad"

La tormenta mediática que envuelve a Alejandro Sanz ha sumado una nueva voz. Mientras el testimonio de Ivet Playà -la joven que acusó al artista de "conductas inhumanas y espionaje" -continúa levantando ampollas, una fan llamada Fátima ha decidido tomar la palabra en redes sociales, reclamando una narrativa que, según ella, se ha distorsionado peligrosamente.
"Soy Fátima, tengo 23 años y soy una de las ‘niñas’ con las que Alejandro ha establecido cercanía", comienza escribiendo en un extenso hilo en X (antes Twitter). No hay intención de negar el vínculo, sino de matizarlo. Asegura haber conocido al artista siendo adolescente y haber mantenido con él una relación afectiva, sí, pero siempre bajo los márgenes de la admiración, el respeto y el cuidado.
Sus palabras llegan con el peso del contraste: frente al relato de Playà -quien sostiene que su "sueño se convirtió en una pesadilla"-, Fátima pinta una historia de crecimiento emocional, acompañamiento y calidez. "Desde los 16 me seguía en redes, daba likes, comentaba... algo común entre fans. Nada raro si conoces este mundo", escribe.
Apoyo emocional
A los 18 comenzaron los mensajes más íntimos: conversaciones personales, apoyo emocional en momentos delicados. A los 19, ya costeando sus propios viajes, la relación se volvió más frecuente, siempre, insiste, en un marco de límites férreos. "Nunca insinuó nada. Nunca quiso nada. Ha sido cercano, agradecido y protector", subraya.

El testimonio se ha viralizado y cobra especial interés por su tono directo, sin adornos ni estrategia. "Lo que ustedes ven como suerte o favoritismo, yo lo veo como un hombre generoso, que no me debe nada, ni yo a él. Ha sido simplemente humano", sentencia Fátima.
Mientras tanto, según el programa "Intrusos", Ivet Playà ya habría comenzado negociaciones para entrevistas remuneradas, alimentando el debate sobre sus intenciones. "Tenía manager antes de que saliera el vídeo", afirma el periodista Gustavo Murrieta.
El relato de Fátima no absuelve ni condena, pero revela otra cara de la moneda. Entre la devoción y la desilusión, el caso Alejandro Sanz se sigue escribiendo en tiempo real. Y sus fans, lejos de callar, están dispuestas a narrarlo con voz propia.
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