Castilla y León
Herrera anima a los periodistas a defender la verdad «en medio de tantas mentiras»
Los Premios Cossío reivindican el periodismo «cocinado a fuego lento» y la grandeza de lo local
Castilla y León entregó ayer sus codiciados Premios de Periodismo «Francisco de Cossío», que reconoce a los mejores trabajos periodísticos en las modalidades de prensa, radio, televisión y fotografía del año, pero también a la trayectoria profesional. Y lo hacía con un alegato al periodismo de calidad frente a la amenaza de la proliferación de bulos y posverdades que se lanzan en las redes sociales, principalmente, así como con una defensa de la grandeza del periodismo local.
Una gala, presidida por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la que se hacía una encendida defensa del compromiso, rigurosidad y veracidad del profesional de la comunicación así como de la noticia «cocinada a fuego lento», como destacaba Irene Gómez, Premio de Prensa, «ante la seducción de la inmediatez y del peligro y confusión que crean las redes sociales», como recordaba Laura Alonso, Premio en la modalidad de Radio.
Lo decía también Herrera en su intervención con la que se cerraba la ceremonia, cuando animaba a los periodistas a defender la verdad «en medio de tantas mentiras», entre las que citaba el «España nos roba» procedente de Cataluña, y apelaba a la credibilidad y profesionalidad «como los valores del buen periodismo de ayer, e hoy y de siempre». E insistía en ello Irene Gómez, cuando llamaba a los profesionales a no perder la esencia del oficio, «que no es otra cosa -decía- que informar, contar historias y ser la voz de la sociedad.
Y abundaba en los mismo el segoviano Alfredo Matesanz, Premio a la Trayectoria Profesional, cuando recordaba que «si no hay un control de la calidad y rigurosidad informativa, triunfará la posverdad». También cuando apuntaba que «no por manejar muchas redes sociales se está mejor informado, sino más bien confundido».
Matesanz apuntaba que internet «ha puesto en solfa al periodismo y enumeraba algunos de los males que azotan a la profesión hoy, como la caída de la audiencia, la precariedad laboral y la pérdida de peso y poder. «Si no hay solvencia, no hay independencia», advertía, a la que vez que reivindicaba la profesión del periodista: «Son ineditables y en estos momentos, más necesarios que nunca».
Los galardonados con el prestigioso «Cossío» fueron para Irene Gómez, periodista de La Opinión de Zamora, por sus informaciones sobre el denominado «Caso Ramos Gordón» sobre el primer caso de pederastia en la Iglesia de Castilla y León, condenado por la Santa Sede. Para Laura Alonso, periodista de RNE, por su reportaje con motivo del vigésimo aniversario de la liberación de Ortega Lara, funcionario de prisiones burgalés secuestrado durante 532 días por ETA. Para Juan Manuel García, en televisión, por su trabajo «Víctor Barrio. Puerta grande del toreo», sobre el torero segoviano fallecido en la plaza de toros de Teruel en 2016. Y para Gabriel Villamil , que recogía el premio de fotografía, por su instantánea titulada «Castilla y León en llamas» publicada en «El Norte de Castilla» el pasado 28 de agosto sobre el incendio de La Cabrera, en la provincia de León, que mostró mejor que nadie la desolación y tristeza de una vecina de la zona y las llamas arrasando el monte.
Al palmarés hay que sumar dos menciones especiales en las modalidades de televisión y fotografía, a los periodistas Lucía Rodil, Paco Gómez, José María Valdivieso y Sandra Vasallo, por sus noticias sobre el acceso a la universidad; y al fotógrafo Fernando Blanco, por una imagen captada en una boda que se celebraba en Valladolid, interrumpida por los gritos de un radical islámico.
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