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Dos agencias se pelean por las fotos de Urdangarín por Jesús Mariñas
Censurada la prensa en los corrillos de la Pascua Militar y sin otra Carme Chacón –su esmóquin militarizado creó estilo y cierto cachondeo aparte de indignar a las Fuerzas Armadas–, la mañana no dio para mucho. Repaso, o más bien revista, que suena más ajustada con la festividad creada por Carlos II «como expresión de júbilo por la recuperación de Menorca del poderío inglés». Lo mismo a la impecable elegancia de Rafael Spotorno con chaqué animado por corbata azul claro que a la verde con blanco del titular de Defensa, Pedro Morenés, con un estilo representativo más de clase que de ministerio. Oscura era la de Jorge Fernández y nada sobresaliente la bicolor de Rajoy. Espectacular el traje azul noche de Doña Sofía. Letizia optó por la prudencia en un traje de terciopelo negro combinado con una especie de blazer. Melena hasta el hombro con cierto descuido peinador. «Vamos mejor cualquiera de nosotras», comentó alguien cerca de un Fernando Jáuregui molesto porque era imposible acercarse a los invitados: muchos debutantes.
Inmejorable estampa de Don Juan Carlos. Parecía más delgado y la estilización la remarcaba el fajín, remate a su uniforme de Capitán General. Don Felipe usó el azul grisáceo de la Armada. Aspecto distante, mirada perdida y ni una sonrisa en Letizia. Parecía ausente. Semejó limitarse a cumplir; quizá hubiese preferido compartir la mañana de los Magos con las Infantitas. Madre a fin de cuentas , como en el caso de la Reina.
Lo mismo comentaban la ausencia de Elena y sus hijos en la Cabalgata madrileña que lo último de Urdangarín: circulaba en «runrún» el contencioso entre dos agencias de prensa –Gtres y Seven– que habían formado «pool» para explotar las fotos del implicado saliendo de Washington rumbo a España. Lo que Ramón Iribarren definió como «viaje fantasmal», donde nadie da fe de haberlo visto en Barcelona, Bilbao o Vitoria. Representando a cuatro agencias pactaron exclusiva y el pasado martes la llevaron a un «¡Hola!» con el número cerrado: «Vamos a esperar a ver si hay algo nuevo», dijeron ante lo que tenían delante, siete y 21 instantáneas hechas por Salvador Lomeña y pilladas a punto de embarcar con un guardaespaldas del Ministerio del Interior. Él amenazó con «Os la estáis jugando». No hubo exclusiva y ofrecieron a Santiago Botello un vídeo y alguna foto al «Especial» de Tele5 por 6.000 euros que parecieron insuficientes. Sobre todo cuando los vendedores justificaron 1.500 euros de ganancias en vez de los 25.000 logrados «foteando» el material. Andan a la greña, tildan de «sinvergüenzas» a la competencia y es posible que sus protagonistas, los padres del material –Salvador y Miky– acudan a «La Noria». Otra manera de celebrar, o mejor aún, de hacer la Pascua, como si el caso Urdangarín no fuera suficientemente reprobable.
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