El perfil: Luz Amparo Cuevas por Pedro Besari

Luz Amparo Cuevas nació el 1 de abril de 1931 en una aldea llamada Pesebre de la provincia de Albacete. Antes de los fenómenos de Prado Nuevo, era una mujer de pueblo, sin estudios, y de carácter sencillo y muy natural, que ha conservado hasta el fin de sus días, aún después de entrar en su vida, de modo imprevisto, el mundo sobrenatural. Quienes la han conocido, coinciden en ver en ella esa doble dimensión: sencillez y majestad; la primera por sus humildes orígenes; la segunda por ser instrumento elegido por el Señor y la Virgen, para comunicar sus mensajes.
Una nota que cabría resaltar de su alma, entre muchas y de modo preeminente, es la caridad, que antes practicaba de algún modo mostrando compasión hacia el prójimo necesitado. Una vez que descubrió el valor del amor hacia los demás, en su dimensión cristiana, fue constante su preocupación por los más necesitados de cuerpo y de alma. Un epitafio que le vendría a la medida, podría ser: «Amó al Señor con todo su corazón y al prójimo por amor a Dios».

Pedro Besari
Portavoz de la congregación Virgen de los Dolores