Aborto

Morín: «Cuidaba de la calidad sanitaria y de la calidad humana»

En una de sus últimas declaraciones judiciales, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, el doctor Morín no dudó en reconocer que en sus clínicas se practicaron tal cantidad de abortos como para que «perteneciera al comité científico norteamericano».

Una de las clínicas del polémico Morín en la Ciudad Condal
Una de las clínicas del polémico Morín en la Ciudad Condallarazon

Sin embargo, afirmó que no participó en ninguna de las interrupciones voluntarias de embarazos por las que fue preguntado por la jueza que investiga la presunta comisión de delitos en esas clínicas: «Manifiesta que sí se practicó el aborto en su clínica, pero que no lo practicó el declarante». En relación con las realizadas en 2007, no supo precisar las que se llevaron a cabo en sus centros. Hay que recordar al respecto que la magistrada
concluyó que 115 abortos practicados ese año no están amparados ni siquiera con la nueva legislación.

Tras guardar silencio sobre cuestiones tan relevantes como las relativas a los informes psiquiátricos o si autorizó a falsificar los informes psicológicos, Morín detalló sus funciones. Literalmente afirmó lo siguiente: «Como director médico, cuidaba de la calidad asistencial sanitaria, la calidad humana y el departamento de investigación y desarrollo...Revisaba siempre las historias clínicas, y una vez practicado el acto médico, de lo que se ocupaba era de que todo estuviese en orden para enviar la comunicación» correspondiente a la Generalitat, por lo que era «imposible» que se hubiese omitido alguna de esas comunicaciones.

Debe ser por ello por lo que manifestó que «nunca» cumplimentó los datos relativos a los abortos en los que intervenía junto a otros ginecólogos. El motivo no era otro que «siempre la cumplimentaba el ginecólogo que la practicaba –la interrupción del embarazo–, ya que él sólo le asistía. De esa forma, tampoco firmó «nunca» las hojas de esas intervenciones.

Eso sí, admitió que como director de las clínicas llevaba el control de las intervenciones que en las mismas se practicaban, «pero que no podía llevarlo a diario respecto de las que se iban a practicar cada día, porque a veces fallaban intervenciones previstas», por lo que hacía una «revisión semanal, aproximadamente».

En cuanto a las intervenciones «grandes», aseguró que no hacían referencia al número de semanas de gestación en que se encontraban las mujeres, sino que eran «las más complejas», mientras que las «pequeñas» eran las de «bajo riesgo».