Los niños con móvil sufren spam y fraude

MADRID- Móviles y menores. Un cóctel que se mezcla cada vez a más tiernas edades y que puede resultar explosivo. Por ejemplo, que lleve a un uso excesivo –lo que afecta al 36% de los jóvenes de hasta 15 años con teléfono–, que suponga un gasto elevado en la factura o ser víctima de pequeños fraudes –29%– o recibir «spam» o publicidad no deseada, lo que llena la bandeja de entrada del 43%.La encuesta «Privacidad y seguridad móvil en menores», realizada por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación y Orange entre usuarios primerizos, padres y expertos, destaca que la edad de iniciación se sitúa entre los 10 y los 12 años, siendo ya habitual empezar a edades tan tempranas como los 8 o los 9. Y que un 68% de los menores de entre 10 y 15 años llevan un teléfono en el bolsillo.Sexo, violencia y acosoA pesar de los contenidos a los que se enfrentan los jóvenes, como el acceso a material racista, violento o pornográfico –un 15% reconoce haberlo recibido–, a vídeos con agresiones o burlas entre menores –11,5%–, el «sexting» o intercambio de imágenes de conocidos en posturas provocativas –12%–, el «grooming» o acoso sexual por parte de adultos que se hacen pasar por menores, y el «ciberbulliyng» –acoso por parte de compañeros de colegio, sufrido por un 11%–, casi todos los padres (88%) se sienten seguros si sus hijos llevan móvil, ya que les permite tenerlos localizados. Eso no significa que no se preocupen. De hecho, el 94% asegura hablar con sus hijos de peligros como contestar llamadas de adultos desconocidos, lo que ha sucedido a un 4% de los menores, o recibir pornografía u obscenidades de adultos (0,6%).Para los menores, su posesión supone un símbolo de independencia y de inicio de la adolescencia. Su gasto medio se sitúa en los 14 euros al mes, y su principal uso, a parte de las llamadas (95%), las «perdidas» (93%) y los mensajes cortos (90%), es escuchar música (71%) y jugar a videojuegos (51%). Un 16% asegura «agobiarse» cuando no tiene el móvil a mano.