Cataluña

Hereu pide al PSC dejar la polémica para centrarse en las municipales

El PSC ha abierto un profundo debate interno desde que el 28-N registró sus peores resultados, pasando de 37 a 28 diputados. Sin un horizonte claro tras las catalanas, al PSC le ha llegado la hora de la reflexión y puede que también de la refundación

La cúpula del PSC se enfrenta a un debate en profundidad después del 28-N
La cúpula del PSC se enfrenta a un debate en profundidad después del 28-Nlarazon

Sin embargo, las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y los alcaldes socialistas miran con recelo la apertura de un debate en el seno del partido que evidencie las diferencias internas entre el ala catalanista del partido y los barones del cinturón rojo.

En medio de la reflexión, y con las reiteradas peticiones de crear un grupo propio en el Congreso de trasfondo, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, exigió ayer silenciar la polémica. Hereu cree que el debate interno no debe ser incompatible con preparar a fondo el partido para las municipales de mayo. «Preparar el liderazgo de las ciudades es una manera de ir preparando el nuevo PSC. No es incompatible», dijo el alcalde barcelonés, al mismo tiempo que exigió «debatir con tranquilidad y no pelearnos».

Al parecer, las peticiones de los ediles del PSC empiezan a ser atendidas por la dirección del partido, que ayer negó la existencia de dos facciones. Este fue el caso del coordinador del PSC en el Congreso, Daniel Fernández, que tachó de «cursilada» la existencia de dos almas y reivindicó la catalanidad de la formación, pese a lamentar que «en los años que el PSC ha subrayado más su condición catalanista se han saldado con el peor resultado electoral de su historia».

La ejecutiva del PSC ha decidido hacer oídos sordos a las peticiones de grupo propio expresadas en los últimos días por miembros destacados como los consellers Antoni Castells y Ernest Maragall.

Tanto es así, que el conseller de Obras Públicas en funciones y actual timonel del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, también apostó por enterrar el debate del grupo propio convencido de que no es la panacea contra los males del PSC. «Este no es el debate real», concluyó el socialista, pese a reconocer que el PSC debería tener mayor peso en el Congreso. Sin voluntad de alarmar a nadie, Nadal reconoció que serán necesarios dos años para que el PSC recupere el espacio político perdido.