El futuro de TG

Joaquín Leguina peina canas en el socialismo madrileño. Fue cocinero y fraile; concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, secretario general de la FSM, primer presidente de la Comunidad y diputado nacional. Desde su apacible retiro de la política activa, hace una estimable reflexión sobre los resultados electorales cosechados por los socialistas en Madrid y el futuro a corto plazo de Tomás Gómez. Leguina reconoce que la derrota ha sido durísima y la responsabilidad de Gómez, como candidato y responsable del PSM, es menor que la de Zapatero o Blanco. El veterano socialista cree que lo mejor es que no dimita, que se quede en el partido y arregle las cosas. Personas cercanas a Gómez llegaron a creerse que éste andaba convencido de que podía ganar las elecciones , que se había inoculado el gen de la eterna confianza, extraído del resultado de unas primeras en las que las encuestas le daban perdedor y que terminó ganando. Pero una cosa es que los militantes voten entre dos compañeros, y otra que el electorado en general vote Gómez. Su futuro es incierto. Leguina le aconseja que siga, que renazca de su cenizas; que renazca de la cremación o que sus cenizas se esparzan en el espacio infinito del olvido.