Brasil

La imagen del Rey decisiva para los intereses de las empresas en el exterior

Don Juan Carlos viajará a China a principios del año que viene para apoyar la marca España en el gigante asiático

Don Juan Carlos, acompañado por los ministros, tras aterrizar en Moscú el pasado mes de julio
Don Juan Carlos, acompañado por los ministros, tras aterrizar en Moscú el pasado mes de juliolarazon

MADRID- El Rey viajará a China a principios del próximo año para apoyar la Marca España, único país dentro del grupo BRICC –países emergentes– que a Don Juan Carlos le falta por visitar para fomentar nuestra presencia empresarial. Este año ha realizado tres viajes oficiales a Brasil y Chile, Rusia e India.

El pasado mes de abril, en un gesto histórico sólo visto en Alfonso XIII, el monarca pidió perdón a los españoles por su viaje privado de caza a Botsuana mientras que la prima de riesgo se disparaba en España. La diferencia entre Don Juan Carlos y su abuelo, es que éste lo hizo antes de retirarse. Las disculpas del Rey pedían una segunda oportunidad. Si desde entonces la política de la Casa Real ha dado un viraje hacia una mayor transparencia y cercanía por parte del Rey hacia los españoles hay un factor a tener en cuenta. Independientemente de que este acercamiento y esfuerzo por adaptarse al guión que marca el siglo XXI –nueva página web, carta cibernética dirigida a los españoles pidiendo no «perseguir quimeras», publicar las cuentas de la Casa Real, etc.–, la monarquía no es la única que se verá afectada si no se consigue transmitir la utilidad de la institución en los tiempos actuales. Habría otro mundo perjudicado: el empresarial. En el atolladero económico en el que está España, la inversión exterior de nuestras empresas es clave. Y ahí, Don Juan Carlos, como máxima representación del Estado, es un respaldo firme.

Los representantes de las grandes compañías le piden que interceda para facilitar la expansión en el exterior o la obtención de contratos. En el reciente viaje de Su Majestad a la India –donde hay implantadas alrededor de 150 empresas españolas–, consiguió el voto de India para apoyar la candidatura del país al Consejo de Seguridad de la ONU, según aseguró el ministro de Asuntos Exteriores y presidió la firma de cinco acuerdos de cooperación económica bilateral en materia de fiscalidad, producción audiovisual, Defensa, transporte por carretera y transporte ferroviario entre los ministros que lo acompañaron y sus homólogos. Estas líneas cooperativas son básicas para conseguir futuros contratos. En el anterior viaje a Brasil –donde según la CEOE España es el segundo país inversor por detrás de EEUU–, el viaje de Estado significó un acuerdo de colaboración entre la CEOE y la CPC (Confederación de la Producción y el Comercio en Chile) y la CNI (Confederación Nacional de Industrias de Brasil).

Fuentes de la CEOE explicaron a este periódico que las buenas relaciones del monarca en Iberoamérica fueron «decisivas». Precisamente de allí Don Juan Carlos se ha «traído» a la próxima Cumbre Iberoamericana en Cádiz la presencia de los líderes de Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Colombia y México, afirman desde Zarzuela. Este año, el encuentro es de gran trascendencia para el país ya que, entre otras cosas, presenta la novedad de un foro empresarial para continuar con el fomento de las relaciones empresariales entre España y los países latinoamericanos.

En julio del pasado verano, Don Juan Carlos viajó a Rusia para promover inversiones de empresas españolas en Rusia en sectores como la energía, la construcción o la ingeniería. Allí, el Rey, que fue el primer jefe de Estado en ser recibido por Medvédev al poco de que éste llegara al poder, recibió de manos de Putin el Premio Estatal de Rusia, que se le concedió por su papel en la Transición española. Reconocimiento del que siempre ha dispuesto Don Juan Carlos, pero que todo apunta a que no está por la labor de limitarlo exclusivamente a esa época.