Aborto

El prejuicio personal

La Razón
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Los dirigentes de la Organización Médica Colegial y los de los Colegios de Médicos han elaborado un borrador de su Código Deontológico, que se aprueba el sábado, sin haber consultado al colectivo. Los médicos están indignados. El mayor de los problemas, además del propio ninguneo es, como siempre, el del aborto. Parece que el PSOE no quiere abandonar el poder sin dejar bien atado este tema, del que ha hecho su caballo de batalla. Y por eso quiere obligar a todos los médicos, incluidos aquellos que por ideología o moral lo desestiman, a acatar su punto de vista. El aborto, según el Gobierno, es un derecho de la mujer y, como tal, un médico, aunque por cuestión de objeción de conciencia se niegue a practicarlo, tiene que informar e incluso resolver por sí mismo o con ayuda de otro médico, las consecuencias de cualquier índole que el aborto pueda plantear. La delgada línea que separa los derechos de los seres humanos, se vuelve más fina en el asunto del aborto, donde convergen los derechos del no nato, prácticamente inexistentes para la Ley, los de la madre, que son los únicos verdaderamente protegidos por este Gobierno y los de los médicos, ahora, indudablemente cercenados…Así las cosas, una se pregunta: ¿Acabará Pajín cambiando también el Juramento Hipocrático que obliga al médico a actuar siempre en beneficio del ser humano y a no perjudicarlo? Bueno, se me olvidaba que para Pajín, el feto, no es un ser humano…¿O era para Aído? Lo que está claro es que el médico tampoco debe de serlo para doña Leire, ya que actuar contra la propia conciencia supone perjudicarse a uno mismo.