Sevilla

Francisco José «ARCÁNGEL» Ramos: «No puedes abstraerte del tiempo en el que vives»

Con su espectáculo «Las idas y las vueltas» triunfa por todo el mundo n El miércoles, en Fibes, volverá a brillar en el homenaje a Camarón

Francisco José «ARCÁNGEL» Ramos
Francisco José «ARCÁNGEL» Ramoslarazon

SEVILLA- Tenía quince años cuando murió Camarón. Por entonces, «ya metía la pata» en el flamenco. «Qué mal lo pasé, lloré muchísimo», recuerda. Y el miércoles será una de las estrellas que participen en el «merecidísmo» homenaje al genio del cante, en el estreno del nuevo Fibes en Sevilla. Todo un «orgullo» para Francisco José Arcángel Ramos, pese a que durante un tiempo se le incluyó en las escuelas de Morente o Marchena. «Camarón es uno de mis pilares, soy un admirador como el que más». Ésa será su segunda actuación en la XVII Bienal de Flamenco, porque con el espectáculo «Las idas y la vueltas» ya agotó localidades.

–¿Cómo te recibió Sevilla?
–Me sentí a gusto. Ha sido una Bienal atípica, porque normalmente los últimos días uno suele estar ensayando como loco. Pero este espectáculo estaba estrenado hace ya año y medio. Eso me permitió disfrutar del sitio –el Alcázar–, luego lo que la gente pensara es otra cosa.

–¿Satisfecho con las críticas?
–Si nadie me ha querido matar... Hace tiempo que me propuse abstraerme. En las últimas bienales la prensa había sido muy crítica con el 90% de los espectáculos y me ha generado cierto escepticismo.La crítica es necesaria, el problema es que muchas veces entrar en terrenos personales es peligroso. De todas formas, aunque la gente no lo crea, nos sirve de reflexión para mejorar.

–¿De qué te sientes más orgulloso?
–Con un panorama económico tan complicado, de poder vivir todo este tiempo del flamenco, poder trabajar haciendo lo que me gusta, cantar. Unas veces, contratado y otras, arriesgándome yo mismo para poder estar en contacto con el público.

–¿Qué piensan los puristas de «Las idas y las vueltas»?
–Yo entiendo por purista al defensor de la tradición, pero sin ser nunca contrario a lo que pueda venir. Al ultraconservador le podrá molestar. Es un cambio de estructura en el pensamiento. Yo intento defender el flamenco, pero la mezcla con la música barroca supone un paso al futuro. Somos consecuencia del tiempo que nos toca vivir. Nos hemos juntado en 2010, no en 1940. El flamenco se puede reinventar.

–Naciendo en Huelva...
–Mi pueblo, Alosno, tiene una tradición en el fandango inmensa, es la cuna del fandango, pero eso no impide que tengamos otra visión. No puedes abstraerte del tiempo en el que vives. La fuente y el conocimiento está atrás, pero tenemos que vivir con los que vendrán mañana, que en parte son los que nos acompañan hoy. Hablamos del futuro como algo etéreo, pero mucho del futuro lo estamos viendo hoy.

–En esta Bienal se apuesta por la juventud...
–Por la parte comercial del negocio puede suponer una merma a corto plazo, pero hay que ir más allá. Estamos invirtiendo en artistas que en el futuro serán alguien en el mundo del flamenco. En foros como la Bienal, con la repercusión que tiene, me parece muy acertado que se dé oprtunidad a la gente joven.

–¿De dónde salió la idea de mezclar el flamenco con la música barroca?
–Directamente de Fahmi Alqhai. Me vio como la persona indicada.

–Han viajado por Alemania e Italia, ¿cuál fue la respuesta?
–Creíamos en el proyecto, pero la buena acogida nos sorprende. Es un espectáculo que rompe; no se hace para contentar. Teníamos miedo a que la respuesta fuera contradictoria, pero por ahora ha sido al revés.

–¿Se siente Arcángel reconocido?
–Me siento reconocido desde el momento en el que tengo la oportunidad de dedicarme a lo que me gusta. La libertad con la que trabajo es mi mejor reconocimiento. He entendido las cosas de forma diferente y he participado en los proyectos que he querido. Después de doce años, acudir a la Bienal, que se agoten las entradas y que encima el público disfrute, es un placer para mí. Lo tengo que agradecer yo.

–¿Es un transgresor?
–El futuro está ahí por una cuestión básica: la tradición y lo heterodoxo están condenados a darse la mano. Estamos empeñados en contraponer conceptos en el arte que están condenados a entenderse. Qué sería del futuro sin la tradición... El arte lo hacen las personas. Todavía no he visto un ropero que cante. Somos lo que somos y nuestras circunstancias.

–Si uno transmite como vive, ¿cómo es la vida de Arcángel?
–Muy sencilla, soy un hombre amante de la familia y los amigos. El deporte no puede faltar en mi vida. Me da el punto de relajación que necesito y, por supuesto, adoro Andalucía, no le encuentro comparación.

–¿Se esperaba más ayuda después de que el flamenco fuera declarado Patrimonio de la Humanidad?
–Siempre se puede hacer más, pero no por pedir sino porque el flamenco representa la música genuina de España y de las que más importancia tiene en el mundo entero. Los resultados se verán a largo plazo tras una distinción de tal magnitud. No podemos esperar un vuelco de 180º, entre otras cosas porque es un nombramiento inherente al mundo del flamenco. Nosotros ya lo sabíamos, los que amamos el flamenco sabemos que es un patrimonio de la humanidad desde siempre.

–¿El siguiente reto?
–Al margen del homenaje a Camarón, el reto más sugerente es llevar al festival cervantino de México, en octubre, el espectáculo «Las idas y las vueltas».

–Mucha suerte...