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Los experimentos democráticos chinos

Con sólo 48 horas de diferencia, China protagoniza dos escenas políticas que simbolizan las tensiones que afronta el país y que definen el rumbo que tomará la segunda economía mundial en los próximos años.

Los experimentos democráticos chinos
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Ayer, los habitantes de Wukan, el pueblo del sur de China que se hizo célebre tras una rebelión contra sus corruptos dirigentes a finales del año pasado, votaron en unas poco habituales elecciones municipales que se han convertido en un símbolo para quienes piden reformas democráticas. Las votaciones, aparentemente limpias, se llevaron a cabo ante la atenta mirada de comisarios enviados desde la delegación provincial del Partido Comunista y frente a decenas de periodistas chinos y extranjeros. Los vencedores de los comicios fueron, precisamente, los cabecillas de las revueltas.

Mientas tanto, Pekín se engalanaba para celebrar uno de losacontecimientos más importantes del año. Mañana lunes, los cerca de 3000 diputados de la Asamblea Popular Nacional, el órgano legislativo del Partido Comunista Chino (PCCh), inicial su sesión anual, en la que se debatirá sobre todo el cambio de modelo para hacer sostenible el "milagro económico". Aunque no aireen sus diferencias en público, las reformas políticas, la participación ciudadana y la manera de responder a una revuelta popular como la de Wukan también son temas a debatir para los diputados que durante las dos próximas semanas se reúnen en el Gran Salón del Pueblo de Pekín.

Los órganos de gobierno del PCCh, que además afronta este año un relevo generacional, no protagonizan careos como los que pueden verse en los parlamentos occidentales. Pero existen, por supuesto, corrientes, familias y diferentes maneras de entender el ejercicio del poder. Entre los principales promotores de las reformas se encuentra precisamente la persona que ha hecho posible el "experimento"de Wukan, el secretario del PCCh en la región de Cantón, Wang Yang.

Según muchos analistas, Wang podría entrar a formar parte este año del Buró Político, el máximo órgano de poder en China, formado por tan solo 24 personas, las que toman las decisiones realmente importantes.

"Si Wang Yang entra, si ocurre, sería una señal de que el país podría encaminarse hacia reformas políticas más acentuadas", explica Baogang He, profesor de Estudios Internacionales de la Universidad de Deakin.

El camino que habrá de emprender China en los próximos años pasa por los huertos de lugares como Wukan y por los mármoles del Gran Salón del Pueblo.