Energía
Retroceso nuclear por Antonio PÉREZ HENARES
Resulta evidente que el accidente de Fukushima ha devuelto el miedo nuclear al mundo y en especial a Europa. Cierto que la catástrofe fue el terremoto y tsunami, que produjeron 30.000 muertos y que aún no puede achacarse ni uno solo a la radiactividad. Pero el miedo es libre y los efectos desconocidos, latentes y terribles de lo atómico nos aterran. Si antes de Fukushima la opinión pública giraba cada vez más hacia la energía atómica , ahora se recorre el camino contrario a toda velocidad y las encuestas reflejan el rechazo mayoritario. En Italia un referéndum ha mantenido el veto que ya se produjo hace decenios ante esta forma de energía.
No sé si el paso del tiempo volverá a reequilibrar posiciones, pero hoy, me lo señalaban dos ingenieros nucleares en activo, parece que buena parte de su futuro ha quedado yugulado. Eran muy pesimistas y más aún viendo cuál es la deriva elegida por Alemania.
Como moderado partidario de la energía nuclear he de señalar que espero que el debate se sosiegue al menos un poco y que no se entre en esa deriva de «Apocalipsis» y «holocausto» en que algunos políticos y no pocos medios de comunicación cayeron. Pero ante todo creo que en algún momento habrá que plantear y decidir, posiblemente en un referéndum y tras el debate necesario, cuál es el camino que tomamos. Porque alguno habrá que tomar, con sus pros y con sus contras. Somos un país profundamente dependiente en lo que a energía se refiere y ya hemos cometido demasiados errores y dado marcha atrás y acelerones indebidos. Debiera ser, aunque me temo que no lo será uno de los temas cruciales en la próxima campaña electoral y propuesta esencial en los programas de gobierno.
✕
Accede a tu cuenta para comentar