Polonia

El aire que respiraba Hitler

Tres asesinatos y una misteriosa reunión de peces gordos del nazismo arrancan la trama de la nueva novela de Eric Frattini, «El oro de Mefisto» (Espasa), que utiliza «los lados oscuros de la historia para convertirla en ficción», explica su autor. August Lienart, el protagonista de «El laberinto de agua», su anterior novela, se convierte en la principal vía de escape de los allegados a Hitler.

El aire que respiraba Hitler
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El pasillo vaticano, los banqueros suizos, el oro del Reichsbank, todo ello forma parte de la operación Odessa: «He recopilado numerosos documentos que desvelan la implicación de la Iglesia, la banca suiza y de algunos gobiernos latinoamericanos y en la huida de numerosos dirigentes del Tercer Reich», dice Frattini ,rodeado de las montañas del Oberzalsberg.

La eficacia del Berghof
En este entorno idílico vivió Hitler, junto a Eva Braun, la mayor parte de su mandato. Aquí tomó las decisiones que cambiaron el devenir de la historia: la invasión de Polonia, la de Austria, así como la Operación Barbarroja, se planearon en este pequeño enclave de la Baviera alemana donde reunió a sus acólitos. Bormann, Speer y Himmler, entre otros dirigentes nazis, construyeron sus casas alrededor del Berghof –la residencia del Führer.

«Quería tenerlos cerca, controlarlos y lograr que se pelearan entre ellos para que siempre volvieran a él», dice el investigador. Dieciséis kilómetros de túneles conectaban las once casas que se construyeron en estas montañas, donde se respiraba un aire distinto al de la capital. Sus altitud, la niebla que las envolvía y el aire puro que se respira, mantuvieron a Hitler aislado de la realidad. Se había construido su propio palacio, su refugio perfecto. De este sueño hoy sólo queda un muro, los bombardeos aliados terminaron con él «para evitar peregrinaciones neonazis», explica un guía local. Lo cierto es que los vecinos de la zona no quieren recordar. No les gustan las preguntas sobre un periodo que, aunque parezca lejano, tan sólo cumple 90 años –el Partido Nacionalsocialista se fundó en Munich en 1919–.

«August Lienart es el protagonista y el único personaje inventado», explica Frattini, que guarda, en dos pequeñas libretas, toda la información que ha recopilado para documentar este «thriller» histórico y con el que busca mejorar «Odessa», el libro de 1975 en el que Frederick Forsyth trata de descifrar el entramado que se creó en la huida nazi y que hoy se ha quedado anticuado. «Mi libro no aporta novedades históricas, sólo añade datos que ayudan a comprender el fin de este periodo», asegura el escritor de origen peruano. Dos pequeñas libretas de piel recopilan la información que ha encontrado: fotografías de la época, documentos firmados por la CIA y declaraciones de varios oficiales le dan el toque de realidad a esta novela «espídica», según Frattini.