Ricky Rubio: «Quiero devolverle a Minnesota la confianza que ha puesto en mi»

El base español, que mañana regresará a su localidad natal de El Masnou (Barcelona) tras cerrar hoy su participación en el Nike Camp de Andorra, reconoce bromeando: "ahora que saben que voy allí han cerrado la competición. La verdad es que tengo muchas ganas de jugar, pero hay esta duda de cuándo va a empezar. Yo confío en que la Asociación Jugadores y la de propietarios se pondrán de acuerdo para que todo comience con normalidad".

Al respecto de su situación revela: "No me he planteado aún nada. Puede que, si esto se alarga, empiecen a llegar jugadores de la NBA a Europa, pero, de momento, mi único pensamiento está en la selección española y más adelante espero estar con mi equipo, Minnesota. En caso contrario, igual me junto con Pau, Marc, Rudy y otros para entrenar juntos y mantener la forma. Su referencia es Pau Gasol y sólo tiene elogios para él porque: "es un ejemplo para todos nosotros y quien nos ha marcado el camino".

"Creo que mejor no lo ha podido hacer, porque estuvo en un equipo como Memphis, al que llevó hasta los 'playoff' y, cuando destacaba, Memphis creyó que su traspaso era lo más conveniente para ellos y Pau salió beneficiado, disputando tres finales consecutivas y ganando dos anillos, que es el sueño de cualquier jugador y también el mío", ha indicado.

Ricky no oculta que jugar en la NBA es una gran responsabilidad y le merece un gran respeto. "Sólo por estar ahí ya tienes ese respeto y también algo de nervios, pero con las ganas como lo afrontas y con el deseo que tienes de ir allí hace que todo lo demás quede atrás", añade.

La posibilidad de jugar en un equipo europeo durante el 'lockout' (cierre patronal) es algo que no descarta y señala: "no he pensado que haría en ese caso, pero el Barça sería una buena opción. Ha sido el último club donde he estado, me he sentido muy cómodo y me han tratado muy bien".

Al respecto de volver al Barcelona el día que deje la NBA ha dicho: "El Barça tiene el derecho de tanteo sobre mí cuando vuelva y estoy encantado de haberlo dado, porque el Barcelona es un club que en toda su historia siempre ha demostrado que quiere luchar por lo mejor y qué mejor que volver a un club como este, sabiendo que te han tratado de la forma que ellos lo han hecho conmigo".

Su gran objetivo ahora es lograr el oro con la selección española en el Europeo de Lituania porque: "tengo muchas ganas de jugarlo y de poder revalidar el título, sobre todo porque da el billete para los Juegos Olímpicos de Londres. Está claro que cuando vienen Pau, Marc y toda esta gente que coge la responsabilidad de estar en la selección aun te dan más ganas de empezar".

No oculta que le gustaría ver a su amigo Marcelinho Huertas como su relevo en el Barcelona. "Sería perfecto -apunta-. Todo el mundo sabe cómo es como jugador y lo que ha demostrado, pero como persona es aún más grande y ante todo es un jugador de equipo".

"Desde un primer momento me ayudó muchísimo en el Joventut, incluso cuando a él no le salían las cosas, y una vez ha seguido su carrera hemos seguido teniendo contacto. Es un gran amigo", ha añadido.

Después de seis años en la elite europea reconoce que su ilusión es como la del primer día y su referencia es la frase de Magic Johnson: "'meter una canasta hace feliz a uno, pero dar una asistencia hace felices a dos'. Espero poder hacer disfrutar a la afición de Minnesota al máximo", ha señalado.