Crisis en el PSOE
Cubata de primarias
A falta de casetas separadas, el PSOE de Móstoles y las Juventudes Socialistas optaron por correr una cortina que dividiese la que, hasta ahora, compartían todas las fiestas. En el lado «juvenil», los 2X1 en cerveza estaban acompañados de carteles con el lema «Trini Puede», mientras que la pared contraria de los de la agrupación estaba forrada con carteles con la foto del secretario general del PSM, Tomás Gómez
La batalla en el PSM roza ya el esperpento. Ni siquiera hace falta que sus protagonistas representen un vodevil fotográfico por la sede de Callao o, como ayer, se disputen a la tercera edad del partido –Trinidad tomó croquetas con el afiliado decano mientras Gómez se hacía con el apoyo de los Jubilados Socialistas–. Basta con que sus respectivos partidarios escenifiquen el enfrentamiento en plenas fiestas de Móstoles.
La caseta que la recientemente recuperada agrupación socialista mostoleña suele colocar en el recinto ferial en la Finca Liana del municipio, fue el escenario ayer de un capítulo más de la guerra de la «democracia interna». En lugar de instalar una única barra desde la que recaudar apoyos y dinero para el PSOE local, el puesto socialista se dividió cual pareja en pleno divorcio y los partidarios de cada candidato montaron su chiringuito en la mitad de espacio.
Por un lado, los de Trini, mostraron con orgullo su preferencia por la ministra de Sanidad mientras invitaban a los suyos a consumir a favor de la renovación en el PSM. Al otro, los pocos apoyos que le quedan a Tomás Gómez en el municipio –no olvidemos que fue él quien disolvió la agrupación y se empeñó en que no volviese a reunirse– hacían los propio cual verduleras compitiendo puesto con puesto.
Y, cómo no, cada facción tenía su barra, sus precios y su caja, cuyo destino era inequívoco para cualquiera que se atreviese a cruzar el campo de batalla para tomarse un cubata, por la causa.
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