La simpatía de Fernando Alonso en «El Hormiguero»

Sonriente, bromista, con miradas cómplices a cámara e incluso besucón. El piloto español Fernando Alonso, no muy amigo de los platós de televisión y las cámaras, mostró este martes en 'El Hormiguero' su lado más simpático y divertido.

En un programa a medida, el bicampeón del mundo se sometió a la máquina de la verdad con Trancas y Barrancas, participó con Jandro en una simulación del Mundial y regó de champán a Pablo Motos tras ganar al presentador en una competición de coches a pedales.

Este martes quedará marcado en el calendario de Cuatro y no sólo por el récord de audiencia. Después de años siguiendo su pista, Motos y el equipo de 'El Hormiguero' consiguieron que el piloto acudiera por fin al programa. Recibido con el ya clásico 'We are the champions', Fernando Alonso entró en un abarrotado plató que, vestido en su mayoría con camisetas de Ferrari, le aclamó como a una auténtica estrella.

Pablo Motos repasó con el deportista su victoria en Monza y aspectos generales y curiosos de la Fórmula 1. Hablaron de la multa que debe pagar el equipo por superar la velocidad en el 'pit lane', de la ropa ignífuga que llevan los pilotos, incluidos los calzoncillos, y bromearon también sobre los pulgares del piloto, asegurados por 10 millones de euros por el Banco Santander.

Pero tarde o temprano tenía que salir a la palestra la mala relación con su ex compañero de equipo Lewis Hamilton. Fernando reconoció que "no somos los mejores amigos en el circuito", aunque también quiso dejar claro que sobre este tema se suele "exagerar". Ahora bien, el piloto tampoco dejó pasar la ocasión para referirse al inesperado abandono del inglés en Monza: "Mejor que sea Hamilton a que sea yo".

Otro de los temas que persiguen al deportista es su falta de simpatía o seriedad, a pesar de que en el plató mostró todo lo contrario. Motos intentó echar una mano al piloto reconociendo que es normal que "estés serio cuando acabas una carrera"debido al cansancio y a la concentración. Por su parte, Alonso sentenció que "cuanto más antipático o raro piensen que soy, mejor", porque cuando "la gente me conoce de verdad se esperan peor persona".

Carrera de coches a pedales
Precisamente simpatía fue lo que destiló Alonso a lo largo de todas las pruebas que le hicieron a lo largo de la hora que dura el programa. Trancas y Barrancas le consiguieron arrancar sonrisas en la máquina de la verdad y participó con Marron en la creación de un 'motor de hidrógeno', además de meter piedras en una lavadora para hacer que se cayera.

Pero la prueba estrella fue una carrera de coches a pedales que disputó a Pablo Motos y que ganó claramente el deportista. Tras finalizar la carrera, simularon un podio con champán incluido. Lo que no se imaginó el presentador de 'El Hormiguero' es que Alonso le iba
a regar a él y al público asistente entre risas.

Tampoco faltó el ingenio de Jandro. El mago hizo una simulación de los seis pilotos que optan al Mundial y el ganador fue Fernando Alonso. Durante la prueba, en su habitual derroche de humor, Jandro dio un beso a Fernando, que, más tarde y sin previo aviso, el piloto sorprendentemente le devolvió entre el asombro de los asistentes.