Sevilla
El inicio de la reforma laboral deja menos contratos y más inestables
La reforma laboral planteada por el Gobierno de Zapatero tenía la extraña virtud de no contentar ni a la patronal ni a los sindicatos y el balance del primer trimestre de su aplicación confirma que, por el momento, el objetivo de crear más empleo y de calidad es una entelequia. El paro ha aumentado en la provincia de Sevilla mensualmente desde que entró en vigor el Real Decreto-Ley 10/2010 y la contratación no sólo ha descendido, sino que es más inestable.
Un informe elaborado por UGT refleja a la perfección que la situación, lejos de mejorar, incluso ha empeorado. El desempleo ha aumentado en 4.170 personas en términos acumulados en estos tres meses (un 2,1%), pues partió en julio de 198.866 parados, subió en agosto a 202.479 y remató en septiembre con 202.558. Aunque el sindicato reconoce que «los meses estivales suelen ser poco favorables para el empleo», ciertamente no se trata de unos datos halagüeños.
Aunque más desalentadores todavía son los referidos a la contratación que, además de descender notablemente respecto al mismo periodo del año pasado, pierde estabilidad. Así, en este trimestre inicial de la reforma laboral se han firmado en Sevilla 196.770 contratos, de los cuales únicamente 8.477 fueron indefinidos. Es decir, tan sólo un 4,3%.
A esto se añade que, entre junio y septiembre de 2009 –un año que UGT recuerda que fue considerado como «el peor de la crisis» por numerosas instituciones–, se produjeron 4.464 contrataciones más, por lo que éstas han descendido un 2,2% a pesar de la entrada en vigor de las «medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo».
Igualmente constatan la nula incidencia positiva de la reordenación los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), que certifican la creciente destrucción de empleo en la provincia. A pesar de que a nivel nacional se ha producido un ligerísimo aumento –69.900 empleados más, un simbólico 0,38%–, en Sevilla el tímido repunte se convierte en más pérdidas de puestos de trabajo, concretamente 23.600 menos que en el trimestre anterior.
UGT se apoya en todas estas cifras para insistir en su rechazo frontal de la reforma laboral porque «ataca claramente los derechos de trabajadores y no sirve para crear empleo sino para todo lo contrario». El sindicato considera «vital» que el Gobierno rectifique y «devuelva a los trabajadores los derechos que les han sido sustraídos a través de ella».
Asimismo, pide que se reoriente la política económica, retomando el objetivo del crecimiento "económico, sostenido, equilibrado y duradero", como eje de la recuperación económica. Así, como no llevar a cabo reformas "socialmente injustas y económicamente desacertadas". Además, ha pedido que manifieste si está dispuesto a retomar el diálogo social y la negociación como "marco de actuación de la política económica y social de país".
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