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Gobiernos aún más a dieta
MADRID- A dieta. Las administraciones públicas madrileñas han decidido adelgazar a toda costa y, en plena guerra contra la crisis económica, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid han ganado una batalla: el objetivo de déficit. Las cifras empiezan a cuadrar en ambas administraciones y, gracias también a las medidas que está aprobando el Gobierno de la nación, el peligro de quiebra se está alejando. ¿Cuál es su receta para lograr el equilibrio presupuestario?
El plan de ajuste emprendido esta legislatura por la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ya lleva ahorrados a las arcas públicas 2.200 millones de euros desde el inicio de la crisis. Ayer, para continuar con esta política de apretarse el cinturón, la jefa del Ejecutivo regional planteó durante el pleno de la Asamblea suprimir la oficina del Defensor del Menor –que dispone de un presupuesto de 3 millones de euros– y dejar que sea la Fiscalía de Menores la que se haga cargo de los asuntos, «de enorme importancia», que hasta el momento despachan Arturo Canalda y su equipo. No quiere Aguirre tener que rascar dinero de las partidas presupuestarias de los servicios esenciales y, por eso, ya ha suprimido 19 entidades públicas y reducido en 24 el número de altos directivos dependientes de su Gobierno desde que ganara las últimas autonómicas a través de la Ley de Medidas Fiscales. El Ejecutivo autonómico ha pasado de 15 a 8 consejerías de 2008 a la actualidad y se han suprimido casi 40 altos cargos pasando de 162 a 126.
Las claves del plan de ajuste
En caso de desaparecer, el Defensor del Menor se uniría a la lista de organismos cuyas competencias han pasado a depender de la estructura organizativa de la Comunidad, como el Tribunal de Defensa de la Competencia o la Agencia Madrileña de la Emigración, suprimida según una orden publicada en el BOCM de 29 de diciembre de 2011 por las estrecheces económicas. Aguirre también se ha encargado ya de disolver otras entidades públicas como Campus de la Justicia, Aeropuertos de Madrid, Alcalá Natura 21, Turismo Madrid o el Imade, que extinguió junto a 83 órganos colegiados o consultivos manteniendo en todo momento su compromiso de mantener «unos servicios públicos de calidad» sin repercutir este aumento de los gastos en el bolsillo de los madrileños con los que se comprometió a no subir los impuestos.
En el mismo plan de ajuste está inmersa la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que que ayer mismo anunció una nueva medida para recortar aún más los gastos municipales: subastará los inmuebles propiedad del consistorio para obtener ingresos y reducir gastos. «Primero se hará un listado de los edificios municipales susceptibles de ser vendidos por no ser necesarios para las funciones municipales, después habrá que desafectarlos y convertirlos en bienes patrimoniales y finalmente venderlos mediante subasta pública», detalló. De hecho, en los próximos días, 200 funcionarios del Ayuntamiento de Madrid se instalarán en el Palacio de Cibeles, dejando libre las oficinas de la calle Mejía Lequerica y Divino Pastor, lo que permitirá ahorrarse el ahorro de las primeras y subastar las segundas.
Presupuesto con saldo positivo
En el consistorio que gobierna Botella manejan el recorte con maestría desde que, en 2008, el anterior alcalde Alberto Ruiz-Gallardón pusiese en marcha el primer Plan de Austeridad. Así, las primeras palabras de la regidora fueron anunciar una vuelta de tuerca más a esa política de control de gasto que, ayer, demostró sus frutos. El Ayuntamiento de Madrid liquidó el presupuesto de 2011 con un resultado positivo de 145,9 millones en la contabilidad presupuestaria –que contempla los recibos reconocidos que aún debe cobrar– y un cumplimiento del objetivo de déficit del 0,47 % del PIB muy por encima de 0,8 fijado por el Gobierno.
Sin embargo, los buenos resultados no han arredrado a la alcaldesa que en poco más de un mes presentará el plan de ahorro que anunció a primeros de año para reservar «una hucha» de 128 millones de euros como medida de «prudencia económica» en caso de que la situación financiera empeore. La delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, reveló ayer que ya se ha reunido con diez de los 21 concejales de distrito para evaluar las partidas que se recortarán para lograr este «plan b». También aseguró que casi todas las áreas de Gobierno han organizado ya sus cuentas pero que algunas, si bien tienen claro el montante del recorte, no han decido de dónde se reunirá ese dinero.
El Ayuntamiento presentó ayer el listado de facturas pendientes a proveedores en el Ministerio de Hacienda que suman 1.017 millones de euros entre lo que debe el consistorio, los organismos autónomos y las empresas municipales. Ambas administraciones coinciden en la afimación con la que ayer concluyó Aguirre su intervención en la cámara autonómica: «Sigue quedando mucho» de donde poder ahorrar.
Gallardón: «Ana es el futuro»
El ministro de Justicia y ex alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, tuvo unas cariñosas palabras ayer para Ana Botella. Durante un desayuno sobre «Madrid Smart City», Gallardón aseguró que «Ana es el futuro» puesto que si bien su labor al frente del Ayuntamiento de Madrid se caracterizó por la «transformación» y la de José María Álvarez del Manzano, por la «gestión», mientras que Botella está apostando por aunar ambos conceptos gracias a virtudes como la «flexibilidad y la resistencia». Así, el ministro reconoció que se apoyó en ella durante la campaña electoral. «Ana está para quedarse porque es uno de los principales activos del PP», apostilló.
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