Denuncia que abortó por un diagnóstico erróneo cuando el bebé estaba sano

Desde el Defensor del Paciente han explicado que el 17 de mayo la mujer acudió a realizarse su segunda ecografía. Como resultado, le detectaron «alguna anomalía» y el ginecólogo le propuso repetir la ecografía. En esa repetición, le comentó que «el problema parecía estar en las extremidades inferiores».Por ello, pidieron una nueva ecografía. En esta ocasión los ginecólogos les informaron en el diagnóstico de que el bebé sufría la «llamada artrogriposis múltiple congénita», les recomendaron hacer una amniocentesis y empezar el protocolo para interrumpir el embarazo, sin que les señalaran, según el Defensor del Paciente, «un sólo porcentaje de error al diagnostico», por lo que tomaron la decisión de interrumpirlo, para que un tribunal médico les permitiera abortar pasadas las 22 semanas. Aunque la pareja fue informada de que, como manda el protocolo, el tribunal médico le haría una ecografía para contrastar el diagnostico, «eso no fue necesario» ya que, siempre según su versión, se basaron sólo en el informe de la doctora. Tras autorizar el aborto y practicárselo, la mujer se encontraba de baja médica por depresión y cuando, según relata el Defensor del Paciente, recibió por correo ordinario una carta del hospital que contenía un informe en el que, al parecer, se interpretaba que «el bebé estaba completamente sano o no tenía tanta gravedad» como «les habían hecho creer para llegar a interrumpir el embarazo».