Guerra de encuestas y debate por el blanco de la papeleta

Nervios, dudas y guerra de encuestas en la recta final de unas primarias a cara de perro. Sin duda, el Tomás Gómez de hoy no es ni en conocimiento ni en popularidad el de hace tres meses. Y no hace falta mucha encuesta para saber que esta pugna por el cartel electoral ha tenido para él más ventajas que desventajas.


Aún así su equipo de campaña ha pedido al «gurú» sociológico del Partido Socialista, Julián Santamaría, una encuesta y, aunque en principio no pensaron difundirla, ayer cayeron en la tentación de hacerlo. Y es que nadie está seguro de la victoria en esta carrera
El trabajo de Santamaría otorga a Gómez mayor intención de voto entre los ciudadanos madrileños que a la ministra Jiménez. La encuesta revela que la progresión del ex alcalde de Parla desde que comenzó extraoficialmente la campaña de primarias, en agosto pasado, ha sido «muy importante» y ha conseguido remontar, «e incluso superar» con «varios puntos», la diferencia con la que partía respecto a Trinidad Jiménez.


«Los ciudadanos madrileños han mejorado considerablemente la opinión que tenían de él. Ha hecho una campaña más centrada en el origen de su candidatura, desgranando otra serie de argumentos, mientras que la idea de quién tiene mejores posibilidades para ganar a Aguirre ha sufrido una importante evolución desde que se publicaron otros sondeos el pasado junio. Hasta ahora la evolución ha sido muy, muy favorable. Los madrileños han mejorado su opinión sobre él, y ante la pregunta de "a quién votaría usted", Tomás obtiene una ventaja sobre Trinidad» explicó ayer el propio Julián Santamaría en declaraciones a Ep.


Asimismo, esta nueva encuesta plantea que ha mejorado el conocimiento de Tomás Gómez de manera «muy importante», pues se situaba en el 50 por ciento antes de iniciarse el proceso de primarias, y ha pasado a más del 82 por ciento en la actualidad, aunque en este caso Jiménez»sigue siendo más conocida».


 La valoración de ambos líderes políticos entre los ciudadanos también se ha igualado, situándose entre el 4,7 y el 4,8 de puntuación sobre diez.


Hasta aquí una cara de la moneda, la otra, la de Jiménez es otra, pues la ministra dice que todos sus sondeos le son favorables en «términos de conocimiento, popularidad, valoración e intención de voto de los ciudadanos madrileños». Y más allá de la demoscopia, lo que es un hecho cierto es que ambas candidaturas han redoblado la presión sobre la militancia durmiente, la que no participa en la vida orgánica del PSM.


Los de Gómez dicen que algunos socialistas han recibido llamadas de la gente de Jiménez en la que les advertían que «si pierde la ministra, Zapatero tendrá que dimitir». Ante esta tesitura, son muchos los que se han pasado de bando.


Pero el debate llegó ayer incluso al color de las papeletas con las que votarán los militantes. Habrá tres tipos: una blanca nuclear, una normal y otra en papel reciclado. Según fuentes de la Secretaría general de Organización del PSOE, consultadas por Ep, cualquiera de las papeletas será válida si respeta el modelo enviado por Ferraz, en un documento pdf, a todas las federaciones, «siempre que cumplan con la instrucción de imprimir en papel de color blanco» como se indicaba en el lateral de la papeleta que en la que ha sido enviada por el PSM ha sido eliminada por «obvia», y que sin embargo se puede leer en la remitida por la candidatura de Jiménez y de Ferraz.