Cataluña

La crisis amenaza con incrementar el número de trabajadores irregulares

La Razón
La RazónLa Razón

BARCELONA-La crisis económica, de entre sus consecuencias, puede propiciar un incremento importante del número de personas en situación irregular que residen en Cataluña, entre las que destacan las mujeres, más abocadas a la economía sumergida y la precariedad.
 El sindicato UGT de Cataluña, advirtió ayer de la situación cada vez más difícil en la que viven las 489.999 mujeres inmigrantes con certificado de registro o tarjeta de residencia en Cataluña, de las que un 66,89 por ciento tienen entre 20 y 49 años, y que suponen poco menos de la mitad de los extranjeros residentes con tarjeta.
La secretaria de Igualdad y Políticas Sociales de este sindicato, Raquel Gil, aseguró que la actual tasa de paro y las previsiones para este año hacen pensar que serán muchos los trabajadores inmigrantes que tendrán dificultades para cumplir los requisitos necesarios para renovar el permiso de residencia una vez perdido su empleo.
En especial, las condiciones en las que vivirán en los próximos meses las mujeres inmigrantes trabajadoras «irán a peor», según Gil, quien subrayó que en épocas de crisis como la actual se acentúan las diferencias laborales entre hombres y mujeres.
Entre otros ejemplos, Gil apuntó que las mujeres inmigrantes reciben un salario medio que es un 50 por ciento menor a la media salarial de un hombre español, una diferencia que, a su juicio, no puede justificarse por la calificación profesional de las mujeres extranjeras. De hecho, el nivel de formación de las mujeres inmigrantes no varía sustancialmente respecto a las mujeres españolas, aunque las españolas que ocupan puestos de trabajo de calificación alta representan un 36 por ciento, mientras que son un 17 por ciento entre las extranjeras comunitarias y sólo un 12 por ciento entre las no comunitarias.
En un informe elaborado por la Asociación de Ayuda Mutua de Inmigrantes en Cataluña (AMIC), de UGT, se apunta que «con esta crisis, muchas mujeres están padeciendo engaños, el abuso de la situación de necesidad y la imposición de unas condiciones de trabajo especialmente lesivas que determinan el paso de una infracción social a un delito contra sus derechos».
Pese a la crisis, la tasa de actividad de las mujeres extranjeras es alta ya que alcanza el 65 por ciento, bastante superior al 53 por ciento de las mujeres autóctonas, mientras que la tasa de paro es del 27 por ciento entre las inmigrantes no comunitarias y el 23 por ciento entre las comunitarias, frente al 15 por ciento de las catalanas.
 Ante esta situación, UGT urge que se busquen formas de que los trabajadores inmigrantes que han dejado de cotizar por la crisis puedan no perder sus permisos y que se eliminen los obstáculos de acceso al mercado de trabajo para las mujeres. Además, reclaman que se diseñe un nuevo sistema de homologaciones y convalidaciones de titulaciones obtenidas fuera de España.