Roma

«La última cima»: la película que «provoca» vocaciones al sacerdocio

El filme «que habla bien de los curas» se ha convertido en uno de los documentales españoles más vistos en la historia.

Un sacerdote consagrando una hostia
Un sacerdote consagrando una hostialarazon

MADRID- Comenzó su andadura modestamente, hace poco más de diez días, en apenas cuatro o cinco salas de cine de toda España. Hasta ayer la habían visto casi 30.000 personas; se había colado entre las 15 más taquilleras de la cartelera y se proyectaba en 60 salas de toda España. Se trata de «La última cima», la cinta dirigida por Juan manuel Cotelo y producida por Infinito+1 que recoge la vida de Pablo Domínguez, un sacerdote que falleció en la montaña hace año y medio. «En una semana ha aumentado en un 283 por ciento el número de espectadores», afirman desde la productora. La cinta «se ha consagrado como uno de los documentales españoles más vistos en la historia de nuestro país», agregan.

«Cómo he llorado»En Infinito+1 no han dejado de recibir mensajes y cartas de apoyo por la película. «Me emocionó de verdad», «cómo he llorado de alegría y emoción al verla», «sencillamente maravillosa» y «atravieso una dura etapa por el reciente y repentino fallecimiento de mi madre y me ha servido para ver esta prueba desde un punto de vista diferente» son algunos de los mensajes que han llegado a la productora. Pero la película, «la única que habla bien de los curas», como la define su director, ha provocado incluso que algunos se decidan por el sacerdocio. «Gracias a vuestra película, dos jóvenes de la parroquia han encontrado por fin el momento para plantearse seriamente su vocación», escribe un sacerdote de Madrid. Y no son los únicos. Numerosos jóvenes se han puesto en contacto con Infinito+1 para manifestarles que, tras ver la película, han decidido entrar en el seminario. Mañana se ofrecerá un pase privado en Roma para varios cardenales –Cañizares, entre otros– y cientos de sacerdotes y seminaristas. Monseñor José Ignacio Munilla ha afirmado que «La última cima» «tiene el atrevimiento de romper moldes, presentándo una imagen del clero políticamente incorrecta».