Carga no correspondida

Los inmigrantes no quieren regresar a sus países de origen, al menos los residentes en la Comunitat. Aquí el programa de retorno diseñado por el Gobierno central ha resultado un rotundo fracaso, como denunció el conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco. La crisis ha hecho mella en la voluntad de estos extranjeros a pesar de las vicisitudes de la coyuntura actual. Las ventajas de vivir en su medio y las que acompañan por tomar esa decisión no les compensan. Tan sólo el 0,23 por ciento de los casi 900.000 censados en nuestra tierra aceptaron la vuelta. En realidad, nadie.

El derecho a la gratuidad de la educación y la sanidad constituye un panorama demasiado atractivo como para reemprender de nuevo la aventura de sus países sin garantías en servicios tan fundamentales.

Y dicho esto, lo trascendente es que el Ejecutivo de Zapatero sigue sin apoquinar el dinero que todo esto cuesta. El presidente monclovita reconoció al de la Generalitat, Francisco Camps, en su última visita al Palacio madrileño, el millón de personas que los presupuestos valencianos han de atender, pero no suelta la pasta. Después, el PSOE acusa a nuestra Comunitat de tener excesivo déficit. ¡Jetas!. Así es la vida.