Salamanca
«Estamos hartos de soportar insultos y ruedas pinchadas»
Los bomberos municipales que no secundan las huelgas denuncian acoso
Madrid- Fue como cada mañana a su puesto de trabajo y se encontró la puerta de su despacho forzada. Entró y se encontró con el panorama que aparece en la imagen. El camastro y las paredes estaban llenas de grafitis con las palabras «cerdo» y «esquirol», todos sus objetos personales y el material de trabajo tirados por el suelo y, en el bloc de notas que tenía sobre el escritorio, una plantilla impresa de una caricatura de Gallardón mordiendo a los bomberos. No sabe quién o quiénes fueron pero la plantilla venía firmada por los sindicatos CC OO y UGT. Aunque, claro está, él no vio a nadie. Ocurrió la noche del 25 al 26 del mes pasado en el despacho del suboficial del parque de Bomberos 2, en la calle Rufino Blanco. Sospecha que es el precio a pagar por no haberse borrado de la guardia de voluntarios, como «invitaron» a hacer los sindicatos. Y es que muchos de los bomberos municipales que no secundan huelgas o acciones reivindicativas denuncian sentirse «amedrentados» por sus propios compañeros. Los hechos fueron denunciados en la comisaría de Salamanca y la Policía tomó declaración al jefe de turno, a quien ya se le ha abierto un expediente. Pero el ataque al despacho de este suboficial no es un hecho aislado. La mayoría de sus homólogos de los doce parques de Bomberos que hay en la capital denuncian que ya están cansados de soportar insultos y amenazas de todo tipo. Les rayan los coches o incluso les pinchan las ruedas, cuando los vehículos están aparcados dentro de los parques. También se han encontrado con pintadas del estilo («sinvergüenza», «pesetero», «esquirol») en los parques 7 –San Blas– y en el 3. En este último, de Puerta de Toledo, la cosa fue a más. Alguien entró en la base de datos y sacó la fotografía del suboficial. Colgaron varias copias por el parque con la palabra «esquirol» y tuvo que ser él mismo el que la quitó. «Nadie hace ni dice nada porque, si no, les hacen "la cruz"», explica uno de los suboficiales. El problema, según él, es que, de los 7.000 bomberos que hay en la capital, «unos pocos están dañanado la imagen pública y el honor de todo el colectivo». «Tunean los camiones y cuelgan pancartas ofensivas en los parques. En alguno ha habido que suspender la visita de colegios porque no es la imagen que hay que dar a los niños». «Que reivindiquen lo que quieran, pero con respeto».
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