Viaje de ida y vuelta al burdel en un mes

MADRID-Hace casi un mes que la Policía desarticuló una red dedicada a la prostitución asiática que actuaba de forma clandestina en pisos-burdel localizados en zonas céntricas madrileñas como Bravo Murillo o General Pardiñas, y en Leganés. Sin embargo, a día de hoy muchos residentes aseguran que han visto de nuevo actividad «sospechosa». LA RAZÓN denunció el pasado martes que la actividad había vuelto a al menos uno de estos locales. Pero los vecinos denuncian que no es el único. Al menos seis de los siete pisos han vuelto a su actividad. María Jesús, una de las vecinas de estos inmuebles, dice que todas las noches al tirar la basura continúa viendo a hombres que son recibidos por jóvenes asiáticas. En un principio las dos inquilinas del piso lo adquirieron a través de un alquiler asegurando al entonces dueño que venían a visitar Madrid. Aquello le resultó extraño, ya que por la noche el piso bajo siempre recibía visitas de hombres. La sospecha llevó al vecindario a denunciar los hechos. Pero, pese a la actuación de la Policía, el piso ha vuelto a ser ocupado con el mismo fin.

De sastrería a prostíbuloLa calle Marqués de Viana es otra de las afectadas. Según informa uno de sus vecinos, el local fue adquirido por personas de origen asiático para convertirlo en una tienda de corte y confección; sin embargo, cada noche tocan a la puerta hombres de mediana y avanzada edad que son recibidos «discretamente» por mujeres orientales. La Policía desarticuló hace un mes este local, en el que no había precisamente máquinas de coser, y hoy algunos habitantes cercanos aseguran que en los últimos 15 días han visto de nuevo movimientos «extraños» al caer la noche. En otras zonas, como la de la calle Vicente Espinel, tras ser desmantelado un piso burdel donde se ejercía de forma clandestina la prostitución hay quien dice seguir viendo a mujeres orientales abrir su puertas, lo que les genera una gran incertidumbre e incomodidad.El negocio de la prostitución con asiáticas es cada vez más común en nuestro país. Para comprobarlo basta con echar un vistazo a las páginas de contactos de muchos periódicos y ver que en ellos aparecen día a día muchos anuncios que ofrecen servicios sexuales con féminas de este origen. Muchas de ellas llevan a cabo sus servicios en pisos burdel donde proxenetas chinos las obligan a trabajar. En la mayor parte de los casos, estas jóvenes no se atreven a denunciar por el miedo a sufrir represalias de sus explotadores. La mayoría llega en busca de una vida mejor y acaban siendo esclavas del negocio del sexo.

Doce explotadores detenidos- La Policía Nacional detuvo ayer a doce personas por presunto blanqueo de capitales procedentes de dos clubes de alterne de la provincia de Gerona. Los detenidos integraban un grupo criminal dedicado a la explotación sexual de jóvenes inmigrantes, captadas en Brasil, a las cuales se les ofrecía un empleo en nuestro país relacionado con el sector doméstico. La organización se quedaba con un 80 por ciento del dinero que ganaban las mujeres.