Buenos Aires
Entremeses en versos ronlasílabos
Ron Lalá –esto es, humor, música e ingenio– se atreve a reinventar a los clásicos en «Siglo de Oro, Siglo de ahora. (Folía)». Los mentideros de Madrid ya hablan de ellos...
Vaya por delante la explicación del título en palabras de sus autores: «¡Viva la folla!», dice el Licenciado. «¡Qué jeta! / O necesita un condón o se ha comido una anfeta», replica el comediante. Y explica el primero: «La folla, señores míos,/ es una forma muy vieja / de juntar pequeñas obras / con canciones y ocurrencias. / La llamaremos folía / para que nadie se ofenda». En fin, sirva de paso para recordar el espíritu festivo, desinhibido y ocurrente de estos cinco locos geniales llamados Ron Lalá, que hacen seis con su ya habitual director, Yayo Cáceres. Tras conquistar a todo aquel con capacidad para esbozar una sonrisa –nueve de cada diez médicos le han recetado a Nicole Kidman una sesión de «ronlalismo»– con montajes como «Mundo y final» y «Time al tiempo», los cómicos se atreven al redoble de tambores y el más difícil todavía con «Siglo de Oro, siglo de ahora (Folía)», su particular viaje a nuestros clásicos sin olvidar la marca de la casa: el teatro musical, con canciones en formato de sketches repletas de juegos verbales. Y, en esta ocasión, en verso. ¿Preparados?
Loas y mojigangas
Álvaro Tato, miembro del quinteto, poeta y autor de este nuevo texto –lo firman los cinco, a diez manos, pero es él, el filólogo del grupo, quien le da forma–, define esta «fiesta de entremeses» como una genuina folla, género surgido en tiempos de Felipe IV, de origen cortesano y agrupador de mojigangas, loas y otras breverías: «Creemos que es el momento de hacer esto, una obra a la manera de los clásicos para hablar de la crisis actual». Y subraya que «está hecha con todos los cánones del Siglo de Oro: estudiamos el "Arte nuevo de hacer comedias"de Lope de Vega y nos ajustamos a sus parámetros». Y así, abre el texto una mojiganga carnavalesca, le sigue una loa a Talía, musa del teatro, y a ésta, el entremés del sastre, donde Ron Lalá comienza a pespuntar pasado y presente: por sus versos desfilan alusiones a Lady Gaga, Messi, Brad Pitt, James Bond, Madonna y Cristiano Ronaldo: «¡Ni Rajoy ni Zapatero, / qué vuelva Carlos III!», brama Don Dedal. «¡Más trabajo y menos bares, /Conde Duque de Olivares!», le responde Pompón. Por cierto, las citas corren por estas páginas por cortesía de la edición impresa (en la colección Varia Escénica del Instituto de Teatro de Madrid, ITEM).
Timo indecente
Y así siguen, a través de una jácara, un discurso, una pieza que han titulado «Nihil Obstat» como la expresión que era obligada en la censura para aquellos textos que pasaban la criba, tres entremeses y un fin de fiesta. En el imaginario del sexteto madrileño, el jolgorio es constante: «Duerme la siesta,/vive la fiesta,/y aunque todo va mal/nos podemos ir de cañas/que se arregla sola España», cantan los músicos en el entremés del siglo del moro. El que habla, en la citada pieza, es el sultán Muley, profético desde su palacio pretérito a cuenta del país en que vivimos: «Por falsa y por asesina/ tu imperio se irá a la ruina./En dos siglos y dos meses/ te invadirán los franceses./ Por ser tan burda y tan vil / sufrirás guerra civil./ Por diezmar nuestra cultura / te caerá una dictadura./ Primero dictará Franco, / después dictarán los bancos./ Aunque ganes el Mundial/ la crisis será bestial. / Aunque ganes en deportes/te freirán los recortes. / Todo el siglo XVIII será un largo tocomocho/ y en el XIX pagarás lo que nos debes. / Todo el siglo XX será un timo indecente / y un pincho moruno será el siglo XXI». Quizá no sean Garcilaso, pero se lo han trabajado con salero, ¿no? Los personajes cruzan los siglos, acaso porque, como recuerda Tato, «lo clásico es lo que es permanentemente actual».
Para su club de fans, conviene aclarar que la esencia de Ron Lalá sigue inalterable: la música. «Es una de las columnas vertebrales de Ron Lalá, la utilizamos siempre. Aquí, como no iba a ser menos, hemos trabajado en arreglos pequeños», explica Miguel Magdalena, otro miembro del quinteto. Claro, que su revisión musical lleva siempre firma propia: ¿quién mejor que un tercio de Flandes para achacarle la invención del flamenco? «Venimos de cien batallas, /cien duelos, cien tiroteos;/ de cien soldados que fuimos/ noventa y cinco murieron./ Los cinco sobrevivimos/ por nuestro truco secreto; en la mitad del combate/ nos hacíamos el muerto», canta el Tercio de ronlaleros... «Nos vamos a encontrar la filosofía de Ron Lalá puesta al servicio del Siglo de Oro», explica Magdalena. «Todo lo que decimos, lo que tocamos, lo que cantamos, es invento propio», subraya el tercer soldado en intervenir, Juan Cañas. Junto a ellos, Íñigo Echevarría y Daniel Rovalher van dando vida en escena a Hamlet o a los personajes de «Fuenteovejuna» en una serie de guiños que no faltan en este homenaje a los clásicos. Porque, aunque casi todo el texto es creación nueva y propia, entre líneas corren Shakespeare, Lope de Vega, Calderón de la Barca... incluso Federico García Lorca, un «clásico» más reciente. Porque sí, y porque con Ron Lalá todo puede pasar.
Un sexteto cítrico
Ron Lalá debutó en 1996 con «Si dentro de un limón metes un gorrión el limón vuela». La iconografía de aquel montaje marcó su trayectoria con lo que ellos llaman «humor cítrico» y un limón alado como logotipo. Después llegarían títulos como «Mi misterio del interior» (2006), «Mundo y final» (2008) y «Time al tiempo» (2011). Ron Lalá está integrado por Miguel Magdalena, Daniel Rovalher, Álvaro Tato, Íñigo Echevarría y Juan Cañas, todos madrileños de nacimiento o adopción (Echevarría nació en Bilbao y Cañas, en Buenos Aires) y de quintas cercanas, entre 1975 1979. El director argentino Yayo Cáceres (Curuzú Cuatiá, Corrientes, 1965) se ha convertido ya en la sexta columna de la agrupación.
Cuándo: del 18 de octubre al 4 de noviembre, de miércoles a domingos.
Dónde: Teatros del Canal. Madrid.
Cuánto: 22 euros. Tel. 91.308.99.99.
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