Génova

El PP gastará menos de lo que permite la ley

El eje principal del discurso electoral de Mariano Rajoy serán la crisis, el empleo y la austeridad. Una bandera que condicionará en muchos otros aspectos su campaña de estas elecciones generales. «Rajoy no puede recorrer toda España predicando ahorro y ejemplaridad en la gestión pública y al tiempo ir cabalgando sobre marketing y pirotecnia», adelantan en la dirección popular.

El partido de Rajoy hará una campaña más de contenido y con menos marketing
El partido de Rajoy hará una campaña más de contenido y con menos marketinglarazon

Un lema populista, con buena caída en la calle, que en su ejecución tendrá consecuencias notables en la organización de la trascendente campaña del 20-N que ya preparan en Génova bajo la consigna de que una de las claves de su éxito está en adelantarse en todo al PSOE. «Ya lo dice el refrán, quien da primero, da dos veces», sostienen.
Esto implica, por ejemplo, que de partida el PP se ha fijado como objetivo no agotar el tope de gasto electoral que le atribuye la ley, ya de por sí un 15 por ciento inferior al que le correspondió en 2008.

En Génova no tienen todavía un presupuesto de campaña cerrado, pero sí dicen que trabajan sobre la base de hacer importantes ajustes en casi todas las partidas. Por supuesto, en los contratos –subrayan con especial énfasis, para marcar distancias con la etapa de las andanzas del equipo de Francisco Correa, líder de la «trama Gürtel»–. Pero también en vehículos, en merchandising, en alquiler de locales o en montaje de escenarios.

El gasto electoral o en actos de partidos es uno de los capítulos que todas las formaciones manejan con menos transparencia. Pero ahí también ha hecho mella la crisis, obligando a todos a escenificar un recorte sustancial de gastos en propaganda. Además de esa rebaja del 15 por ciento del tope de gasto, la nueva ley electoral congela las subvenciones por voto y para «mailing», y reduce a los 15 días de campaña el gasto en cartelería y en publicidad.

Ésa es, al menos, la teoría, y por tanto los partidos tendrán que gastar menos obligatoriamente. Pero los del PP quieren también diferenciarse del conjunto en esta cuestión, acentuando la austeridad de su despliegue electoral. Por eso sostienen ya por adelantado que el tiempo demostrará que esta campaña de Rajoy será de contenido y de proyecto, «no de marketing, a diferencia del PSOE». Y también que para conseguirlo sus sedes territoriales tendrán que asumir una importante cuota de esfuerzo en la organización de sus actos regionales.
Por supuesto que este mantra de la austeridad electoral no implica que el PP renuncie a hacer una campaña moderna y con las últimas novedades en la comunicación política, incluidas las redes sociales.