Estreno
«Miedos 3D»: Nostálgico «Cuento asombroso»
Director: Joe Dante. Guión: Mark L. Smith. Fotografía: Theo Van de Sande. Intérpretes: Teri Polo, Haley Bennett, Chris Massoglia, Nathan Gamble. USA, 2009. Duración: 92 min. Terror.
Pocos directores en activo pueden vanagloriarse de su cinefilia con tanta autoridad como Joe Dante. A sus pantagruélicas recopilaciones de tráilers, anuncios y secuencias de películas de serie Z (las siete horas de «The Movie Orgy») y a sus intervenciones, esporádicas pero iluminadoras, en el blog del crítico Dave Kehr, deben añadirse sus propias películas, que son un homenaje al cine que forjó su educación sentimental y que empezó a practicar bajo la barata batuta de Roger Corman. «Miedos 3D» es su primer largometraje en seis años, castigado a galeras en las filas catódicas –que se ocupó de revolucionar con el alegato anti-Irak más virulento jamás filmado, «El ejército de los muertos»– por el fracaso en taquilla de sus últimos títulos. Con este currículum especialmente preocupado por fastidiar al sistema, no es de extrañar que «Miedos 3D», con su nostálgico uso de las tres dimensiones, esté planteada como un islote anacrónico en el contexto del cine de terror que se lleva ahora mismo.
Dante cita a Chuck Jones y a Jean Cocteau como influencias decisivas de su filmografía. «Miedos 3D» da cuenta del poderoso influjo de estos creadores en una trama que parece adaptar las aventuras de los Cinco en esos suburbios americanos que Dante investigó en «Gremlins» o «Exploradores». Del agujero del sótano de la casa adonde se mudan dos hermanos con su madre divorciada surge una fuerza infernal que se caracteriza por materializar los terrores más profundos de los que caen bajo su hechizo. La película dejará insatisfechos a los que busquen sangre y sustos: la ingenuidad de su argumento la convierte en una experiencia entrañable, pero es difícil negar una cierta desgana en su puesta en escena, en exceso televisiva. Dante conserva su espíritu pero ha perdido pulso: este relato amable y un punto avejentado podría ser un perfecto episodio de la serie «Cuentos asombrosos», pero no el retorno por la puerta grande de uno de los maestros del fantástico moderno.
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