Presos
El PP sólo ve una «pausa»
El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, fue quien resumió más eficazmente el escepticismo con el que su partido recibió ayer el último comunicado etarra. «Nuevo año, comunicado viejo.
Nos vuelven a decir que nos perdonan la vida a cambio de la autodeterminación», comentó apresuradamente a la salida del Comité Ejecutivo en el que ya se había ganado el aplauso generoso de sus compañeros con la intervención en la que fijó posición ante el esperado movimiento de los terroristas.
ETA no ha sorprendido a nadie, tampoco al PP, que hasta tal punto preveía cómo iban a evolucionar los acontecimientos que tenía perfilada su respuesta. Mariano Rajoy inició su intervención ante su «plana mayor» anunciando que efectivamente iba a hacerse público un comunicado de ETA, en virtud de la información trasladada por el vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a su interlocutor en el PP, el coordinador de Justicia y de Libertades Públicas, Federico Trillo.
La respuesta de Rajoy fue leer íntegra la declaración que en 2006 emitió su partido ante el alto el fuego que entonces anunció ETA, también bajo el calificativo de «permanente», pero con la diferencia de que la banda terrorista hoy está en sus horas más bajas.
Con este gesto el jefe de la oposición confirmó que cree que ahora, igual que entonces, los terroristas siguen en la estrategia del engaño, que da igual el calificativo que le pongan a sus «pausas» –en 1998 la tregua fue bautizada como «indefinida»– y que sus condiciones de paz son absolutamente inaceptables. Como concretó la secretaria general, María Dolores de Cospedal, no hay entrega de las armas, que es lo único que la sociedad española espera ya de los terroristas; ni hay petición de perdón para las víctimas; «y el PP estará muy vigilante» ante las elecciones de mayo, la prueba de fuego de que no hay negociación en marcha que permita que se cuele «ETA o cualquier organización filoterrorista».
La dirección nacional analizó ayer la situación y los dedos cada vez se les hacen más huéspedes. Pero oficialmente imponen el guión del discurso constructivo y, a la vez, exigente. «Cualquier comunicado de ETA que no anuncie su disolución no vale. Cualquier día sin un asesinato, sin una extorsión o sin una acción criminal es una buena noticia, por descontado. Pero lo que todos esperamos es que ETA anuncie su disolución», comentó Cospedal.
En Génova han tomado ya cuenta de los «matices» que ayer incluyeron algunas de las declaraciones socialistas,una «ambigüedad calculada» que creen que responde a la necesidad de buenas noticias, aunque el comunicado objetivamente no lo sea.
«Estamos alerta, pero no podemos aparecer ante la opinión pública como los que ponen piedras en el camino para que no llegue la paz», explicaba anoche un alto dirigente popular, al que no se le habían pasado tampoco por alto las modulaciones de otros partidos, como CiU, quien a través de Antoni Duran i Lleida pidió «prudencia» y «sensibilidad» ante «el paso más importante que ha dado la banda terrorista». De momento, el PP se reparte los papeles y Basagoiti liderará el discurso más implacable. Salvando al portavoz en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, quien ayer volvió a enmarcar el gesto etarra en un proceso pactado con el Gobierno.
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